jueves, 16 de abril de 2015

Sergio Sarmiento - La calumnia

"Es más difícil matar un murmullo que una calumnia gritada".

Mary Stewart

La calumnia es en el lenguaje jurídico la imputación falsa de un delito. La falsedad es parte fundamental de esta acción. Si yo acuso a un ladrón de robar no estoy incurriendo en calumnia sino en un acto de información.


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Eduardo Ruiz Healy - 3 de 3 ¡Va en serio!

El 6 de febrero pasado me referí en este mismo espacio de la iniciativa conjunta de dos organizaciones no gubernamentales, Transparencia Mexicana y el Instituto Mexicano para a Competitividad (IMCO), denominada 3 de 3, la cual busca que los funcionarios y representantes populares hagan públicas, de manera voluntaria, tres declaraciones: la patrimonial, la de intereses y la de impuestos.

El sitio www.legisladortranpsarente.mx, creado para que los funcionarios y representantes populares publicaran sus declaraciones no llegó nunca a atraer a muchos voluntarios. Es más, anoche el sitio aparentemente había sido hackeado porque al intentar entrar en él mi navegador Chrome me advirtió, mediante un texto que apareció en la pantalla de mi computadora, que “la conexión no es privada.






José woldenberg - El remedio y la enfermedad

La receta puede ser peor que la enfermedad. Eso ya lo sabemos o lo deberíamos saber. Por ejemplo, usted es una mujer embarazada con acné. Si toma algún medicamento con isotretinoína a lo mejor el cutis le queda radiante, pero el feto puede sufrir malformaciones congénitas. Lo dicho: peor el remedio que la enfermedad.



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Ciro Gómez Leyva - Las fortunas de Lozoya, Murillo Karam y Martínez y Martínez

Propuse ayer aquí que la ostentación de la opulencia de los servidores públicos sale cada vez más cara, porque esa riqueza está quedando inexorablemente asociada con la imagen de corrupción, de patrimonio mal habido que se debe repudiar y sancionar.

Y pregunté después de las experiencias de la familia Peña Nieto-Rivera y los secretarios Videgaray y Osorio Chong, ¿en dónde van a vivir los funcionarios del peñanietismo, qué van a hacer con sus riquezas?

Recibí comentarios en el sentido de que algunos de ellos han formado un capital al margen del gobierno. Otros vienen de familias acaudaladas. Pero quizá la mayoría solo han sido servidores públicos, por lo que la justificación de su patrimonio se torna más complicada.





Carlos Loret de Mola - ‘La Tuta’ empina al hijo de Fausto

Desde sus primeras declaraciones a las autoridades que lo detuvieron, ‘La Tuta’ confesó sin dudar su relación con Rodrigo Vallejo Mora, hijo del exgobernador de Michoacán, el priista Fausto Vallejo.

Según fuentes de primer nivel involucradas en la indagatoria, el líder de ‘Los Caballeros Templarios’ no tuvo empacho en contar a sus captores que en muchas ocasiones se había reunido con Vallejo hijo, para negociar cargos políticos y policiacos, protección, alianzas. Para gobernar, pues.

De acuerdo con los mismos informantes, ‘La Tuta’ aseguró que jamás tuvo contacto directo con el entonces mandatario Fausto Vallejo, sino que todo lo arreglaba con el hijo y con el secretario de Gobierno, Jesús Reyna.





Raymundo Riva Palacio - Las Chivas, asunto de Estado

La vida privada de las personas públicas se acaba cuando las personas privadas hacen pública su vida. No es un trabalenguas, por supuesto, sino los criterios cuando los temas personales se socializan por la gracia de sus protagonistas. Esto es lo que han hecho Angélica Fuentes, la heredera del emporio gasero de Chihuahua y Jorge Vergara, que construyó uno para sí en Omnilife y se convirtió en figura pública cuando hizo una compra hostil de las Chivas de Guadalajara, el equipo de futbol que sintetiza la identidad nacional.

Desde su boda en 2008, se convirtieron en una de las parejas de la socialité, aunque en realidad, la pequeña burguesía mexicana no veía bien a un empresario que andaba por la vida sin calcetines y cuya fortuna la hizo vendiendo productos multivitamínicos. La boda fue en Udaipur, en India, la capital histórica del viejo Reino de Mewar, en el hermoso Fateh Prakash, que antes de ser hotel formaba parte del complejo de edificios imperiales. Fue una boda de cinco días, a la cual llegaron sus invitados en aviones rentados para el viaje de casi 20 horas desde México. Era el principio de una vida estrafalaria, donde celebraciones Venecia o San Petersburgo, con un derroche de dinero, lujo y amigos, era cotidiano.





Lorenzo Meyer - avanzando hacia atrás

META

El proyecto encabezado por el PRI de Atlacomulco ya es claro: dar con una combinación de exclusión política y capitalismo muy extractivo pero sin provocar inestabilidad social. Para ello busca anclar a México en un sistema de presidencialismo sin contrapesos y de relaciones económicas que mantenga una distribución de beneficios tan o más regresiva que la actual.


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Salvador García Soto - Incongruencia presidencial

El mismo día que el presidente Enrique Peña Nieto afirmaba en Los Pinos que “la libertad de expresión y la libre manifestación de las ideas son una conquista social irrenunciable” en México, la mayoría de Consejeros del INE decidían bajar del aire un spot de campaña del PAN en el que se critica, precisamente al presidente, por llevar 200 invitados a su reciente viaje a Londres. La incongruencia es que el ‘manotazo’ del INE, convertido por las leyes electorales en el nuevo órgano de la censura en el país, fue dado a petición del mismo Peña Nieto, que a través de su consejero Jurídico, Humberto Castillejos Cervantes, se quejó porque no le gustó la crítica panista y se dijo ‘calumniado’.

¿Dónde está la calumnia si se critica solamente una comitiva que desde que se realizó el viaje, el pasado mes de marzo fue cuestionada por parecer un exceso pues entre las 200 personas iban incluso las hijas del presidente y de su esposa? Parece que el presidente y su consejero jurídico, o incluso el PRI que antes de Los Pinos se había quejado de este spot, confunden la crítica con la calumnia. Cómo es posible que el mismo miércoles que se censuraba ese spot a pedido de la Presidencia de la República el presidente estuviera diciendo en un acto público que “la comunicación que se ejerce en el país se sustenta en la libertad de expresión y el derecho a la información”.







Fernando Sorrentino - Mi vecino tonto

Fernando Sorrentino  (1942)

Mi vecino tonto

Mi vecino de piso es un hombre tonto. Yo, en cambio, soy ocurrente y gracioso. Los demás ejecutivos de nuestra empresa —una empresa líder en su área— siempre se divierten conmigo. Con mi vecino, que es tonto, no se podrían divertir.

Cuando me instalé en mi semipiso —tengo un semipiso en la avenida del Libertador, amueblado a todo confort, un semipiso a nivel ejecutivo—, cuando me instalé en mi semipiso, decía, encontré al vecino tonto en el ascensor, y en seguida pensé: «Este hombre es un tonto.» Me di cuenta de que era un tonto porque yo soy en extremo sagaz. Además, tenía cara de tonto. Contrastando abiertamente con el suyo, mi aspecto es despejado, aspecto de persona dinámica, inteligente, capaz, con personalidad agradable, con imagen ganadora. Me causaron gracia su frente estrecha, sus ojos aletargados, su nariz ancha, su labio inferior caído, su cuello voluminoso: todo lo cual se resumía en una imagen mediocre, sin perspectivas de futuro, sin ansias de progreso; una imagen de hombre tonto, en suma. En el espejo del ascensor comparé su exterior de hombre tonto con el mío de persona dinámica: la comparación resultó decididamente favorable para la persona dinámica. Admiré una vez más mis rasgos agudos, mis ojos vivaces, mi nariz afilada: las facciones típicas del hombre de talento. Además, en nuestra empresa, mi elegancia es proverbial: soy alto y delgado, y estoy siempre perfectamente peinado, afeitado y perfumado. Mi vecino tonto es bajo y gordo, lo que le da un marcado parecido con un barril; tiene el pelo mal cortado y la barba a medio crecer. Yo visto impecablemente —a nivel empresarial— gracias al exquisito gusto que me caracteriza. Para no herir mi sensibilidad, prefiero abstenerme de describir la vestimenta del vecino tonto. El hecho de que el vecino tonto se precipitara, reconociendo jerarquías, a abrirme la puerta del ascensor, no logró, sin embargo, conmoverme.