domingo, 28 de diciembre de 2014

Denise Dresser - Carta para Santa Claus


Con 35 peticiones en esta Navidad de 2014:

1. Un discurso de Enrique Peña Nieto en el cual reconozca los serios errores cometidos por su gobierno con respecto a Tlatlaya, Ayotzinapa, la Casa Blanca y la relación con el Grupo Higa.

2. Un replanteamiento de la estrategia de seguridad nacional que vaya más allá del decálogo deslucido presentado por el presidente y que incorpore el imperativo del combate a la corrupción gubernamental como punto de partida.

3. El comienzo de un debate nacional sobre la despenalización de la mariguana como primer paso para encarar al narcotráfico y al crimen organizado.

4. La renuncia inmediata de Luis Videgaray, Gerardo Ruiz Esparza y Jesús Murillo Karam, como indicador de la reacción gubernamental ante la crisis de credibilidad.

UN POEMA DE:


¡QUEDA PROHIBIDO!

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
 no pensar en que podemos ser mejores,
 no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

Atribuido a Pablo Neruda.



¡Feliz Año Nuevo!

CACAROOOO EXTRA

Benny & Joon, el amor de los inocentes
1993
País: USA
Director: Jeremiah Chechik

Benny & Joon, el amor de los inocentes

Sinopsis
Desde la muerte de sus padres, la conducta de Joon (Masterson), una chica sensible y delicada, es la de una persona desequilibrada. Por eso, su hermano Benny (Aidan Quinn) la protege y tutela de modo muy estricto. Como consecuencia de una disparatada apuesta en una partida de póquer, Benny tiene que aceptar que Sam (Depp), un muchacho extravagante y solitario que tiene un don especial para la pantomima, se vaya a vivir con ellos. Joon y Sam simpatizan enseguida y acaban enamorándose.





CACAROOOO EXTRA

Los santos inocentes
1984
País: España
Director: Mario Camus

Los santos inocentes   

Sinopsis
España franquista. Durante la década de los sesenta, una familia de campesinos vive miserablemente en un cortijo extremeño bajo la férula del terrateniente. Su vida es renuncia, sacrificio y y obediencia. Su destino está marcado, a no ser que algún acontecimiento imprevisto les permita romper sus cadenas. Adaptación de la novela homónima de Miguel Delibes.





Pedro Antonio de Alarcón - El sombrero de tres picos

Pedro Antonio deAlarcón
1833 - 1891

El sombrero de tres picos

- I -

De cuándo sucedió la cosa

Comenzaba este largo siglo, que ya va de vencida. No se sabe fijamente el año: solo consta que era después del de 4 y antes del de 8.

Reinaba, pues, todavía en España don Carlos IV de Borbón; por la gracia de Dios, según las monedas, y por olvido o gracia especial de Bonaparte, según los boletines franceses. Los demás soberanos europeos descendientes de Luis XIV habían perdido ya la corona (y el Jefe de ellos la cabeza) en la deshecha borrasca que corría esta envejecida parte del mundo desde 1789.

Ni paraba aquí la singularidad de nuestra patria en aquellos tiempos. El Soldado de la Revolución, el hijo de un oscuro abogado corso, el vencedor en Rívoli, en las Pirámides, en Marengo y en otras cien batallas, acababa de ceñirse la corona de Carlo Magno y de transfigurar completamente la Europa, creando y suprimiendo naciones, borrando fronteras, inventando dinastías y haciendo mudar de forma, de nombre, de sitio, de costumbres y hasta de traje a los pueblos por donde pasaba en su corcel de guerra como un terremoto animado, o como el «Antecristo», que le llamaban las Potencias del Norte... Sin embargo, nuestros padres (Dios les tenga en su santa Gloria), lejos de odiarlo o de temerle, complacíanse aún en ponderar sus descomunales hazañas, como si se tratase del héroe de un libro de caballerías, o de cosas que sucedían en otro planeta, sin que ni por asomo recelasen que pensara nunca en venir por acá a intentar las atrocidades que había hecho en Francia, Italia, Alemania y en otros países. Una vez por semana (y dos a lo sumo) llegaba el correo de Madrid a la mayor parte de las poblaciones importantes de la Península, llevando algún número de la Gaceta (que tampoco era diaria), y por ella sabían las personas principales (suponiendo que la Gaceta hablase del particular) si existía un estado más o menos allende el Pirineo, si se había reñido otra batalla en que peleasen seis u ocho reyes y emperadores, y si Napoleón se hallaba en Milán, en Bruselas o en Varsovia... Por lo demás, nuestros mayores seguían viviendo a la antigua española, sumamente despacio, apegados a sus rancias costumbres, en paz y en gracia de Dios, con su Inquisición y sus frailes, con su pintoresca desigualdad ante la ley, con sus privilegios, fueros y exenciones personales, con su carencia de toda libertad municipal o política, gobernados simultáneamente por insignes obispos y poderosos corregidores (cuyas respectivas potestades no era muy fácil deslindar, pues unos y otros se metían en lo temporal y en lo eterno), y pagando diezmos, primicias, alcabalas, subsidios, mandas y limosnas forzosas, rentas, rentillas, capitaciones, tercias reales, gabelas, frutos-civiles, y hasta cincuenta tributos más, cuya nomenclatura no viene a cuento ahora.