lunes, 30 de julio de 2012

Camarena - PRD: divorciarse de AMLO



Siete de cada diez votos que se emitieron a favor de Andrés Manuel López Obrador fueron a través del Partido de la Revolución Democrática. El partido de izquierda con el que más diferencias tuvo recientemente el tabasqueño, le debe a éste buena parte de su reposicionamiento. Pero el PRD y AMLO no tienen futuro en común. No buscan lo mismo, sus relojes no avanzan de manera similar. Mientras el primero ejercita en la impugnación el nuevo músculo para usarlo ante y con el PRI, el segundo busca un cambio de régimen, un lugar en la historia. ¿Quién sacará la peor parte del divorcio?

Haciendo cuentas, López Obrador no emula ni a Juárez, ni a Madero, ni a Cárdenas. El ex jefe de gobierno quiere ser como Juan Álvarez, artífice del derrocamiento de Santa Anna. La razón de por qué AMLO mencionó al dictador del siglo XIX en uno de los debates de la pasada campaña viene en La mafia que se adueñó de México… y el 2012 (Grijalbo, 2010). En el capítulo final de su libro, el tabasqueño sostiene que “el regreso del PRI sería como el retorno de Santa Anna” y cita a Agustín Yáñez para describir al dictador como “un hombre que, aunque no remediase las causas, paliara los síntomas de la enfermedad nacional”.

Luego del 1 de julio, se puede releer ese documento de López Obrador para constatar que nada de lo que ha pasado en las últimas semanas es casual, ni siquiera la propuesta de un presidente interino, formulada la semana pasada y, ¿coincidencia?, parte fundamental del Plan de Ayutla, sentencia del destino de Santa Anna en el que participó Juan Álvarez.

“La dictadura de Santa Anna cayó derrotada por la fuerza de la razón y de la opinión pública. Francisco Zarco decía que la Revolución de Ayutla ‘venció sin soldados, sin armas y sin dinero’, porque el pueblo había despertado. La tiranía de una persona o de una clase, como Lerdo de Tejada había previsto, fue efímera”, escribe López Obrador en su libro, fechado en mayo de hace dos años, y agrega: “Así creemos que será ahora. Albergamos la esperanza de que el cambio es inevitable. Puede ser que se adelante o se demore, pero estamos en una situación muy parecida a la que se vivió durante la última recaída de Santa Anna”.

Para el PRD el 6 de septiembre marca la hora de dar vuelta a la página de la elección. Para AMLO “la instauración de la nueva República no tiene fecha definida o fatal (…) lo que está muy claro es que el principal objetivo es la transformación del país, y todo lo demás es secundario o simplemente el medio para alcanzar ese propósito”.

Cada semana que pasa, AMLO encarece el costo que tendrá que pagar el PRD si decide dejar de ser ese instrumento. Líderes perredistas hoy dicen que pasada la resolución del Trife quieren hacer política, en cambio López Obrador describió desde hace mucho sus fines: “nada en el terreno de lo público puede ser más importante que lograr el renacimiento de México (…) es un timbre de orgullo vivir con arrojo y además tener la dicha de hacer historia”.

Soy de los que creen que no hay tal cosa como términos amistosos en un divorcio. Y éste, de darse, luce muy complicado para sólo una de las partes.

Por cierto, cuando en 1855 juró como efímero presidente, Juan Álvarez agradeció a Dios que le hubiera “dado vida para ver la nueva organización social de México”.

Fuente: http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=132363

Sanjuana - PRI, lavador de dinero.

La triangulación de la red de lavado de dinero en México salpica al Partido Revolucionario Institucional y a la elección presidencial. Los hechos nos demuestran que el blanqueo de capitales a través del voto es un sistema seguro y confiable para la delincuencia organizada y algunos políticos, valga la redundancia. 


El único frente no atacado por Felipe Calderón y su guerra sanguinaria contra el narco con un saldo de 60 mil muertos y 40 mil desaparecidos fue precisamente el lavado de dinero, un rubro donde el Estado, los bancos y algunos partidos políticos se beneficiaron de manera escandalosa. 


Peor aún: sólo 2 por ciento de los acusados por este delito son consignados, según datos del Grupo de Acción Financiera Internacional sobre el Blanqueo de Dinero, institución que asegura que las leyes mexicanas contra ese delito no se ajustan a las normas internacionales.


 Ahora sabemos que en México se lavan 39 mil millones de dólares al año, y no lo sabemos por el gobierno de Calderón, conocemos este dato gracias al Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos. También sabemos gracias al Senado del vecino país a través de su reporte US Vulnerabilities to Money Laundering, Drugs, and Terrorist Financing que el banco británico HSBC, mediante su filial en México, permitió el lavado de unos 7 mil millones de dólares entre 2007 y 2008. 


Asistimos perplejos a la impunidad del sistema bancario mexicano protegido nada menos que por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y por los privilegios que el gobierno mexicano le otorga a los pillos de cuello blanco. A HSBC solamente se le aplicó unas multas por un monto de 379 millones de pesos (poco más de 27 millones de dólares) impuestas en noviembre de 2011 por la CNBV ante incumplimientos en la detección y reporte de operaciones inusuales y de otras regulaciones. 


En total, el año pasado se le impusieron a este banco mil 855 multas. ¿En que país se permite que un banco viole flagrantemente la ley contra lavado de dinero y siga operando sin problemas?… 


En México no sólo se le permite a HSBC que siga operando sus cochinas operaciones de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, sino que su triangulación con políticos mexicanos le permite gozar de impunidad para seguir operando, siempre y cuando a través del voto imponga al candidato del PRI en la silla del Águila. Calderón creyó erróneamente que al narco sólo se le combatía por la vía policial y militar, pero nunca se preocupó por mejorar nuestra legislación obsoleta para atacar eficazmente el lavado de dinero a través de los bancos en México. 


El banco HSBC no sólo traiciona a la patria vía blanqueo de capitales, también ayudó a los empresarios y políticos mexicanos sacadólares a trasladar 2 mil millones de dólares a través de 50 mil cuentas inscritas en ese banco. HSBC es un ejemplo de delincuencia de cuello blanco intocable. ¿Cómo obtiene su impunidad? Reporte Índigo publicó que prominentes políticos que tienen vinculaciones cercanas con el PRI, con Pemex y con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores son ahora altos ejecutivos del HSBC. Entre los nombres destaca Enrique de la Madrid, hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, director de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa; Esteban Levín Balcells, hijo del legislador priísta Oscar Levín Coppel y primo del director de Pemex Juan José Suárez Coppel, es director de Banca de Inversión. 


Por otro lado, Luis y Eduardo Osorio Chong, hermanos de Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de Diálogo y Acuerdo Político del equipo de transición del priista Enrique Peña Nieto y ex gobernador de Hidalgo, utilizaron supuestamente diversas cuentas en HSBC para acumular 100 millones de pesos y después enviarlos a una filial del banco en el paraíso fiscal de Panamá. ¿Dónde está la inteligencia financiera en el gobierno mexicano para combatir al narco?… Sencillamente no existe. 


A Felipe Calderón no le interesaba tocar los activos de las narcofinanzas políticas y empresariales, mucho menos, el lavado de la defraudación fiscal de los dueños de México que intentan imponer a Enrique Peña Nieta a través de la compra de millones de votos. Es evidente que la red de lavado de dinero en México no es tan sofisticada, pero si es lo suficientemente astuta para burlar las irrisorias leyes que tenemos en materia penal para combatir las miles de lavadoras de dinero sucio. 


Por tanto, la nueva denuncia ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) del Movimiento Progresista que acusa Enrique Peña Nieto y al PRI haberse beneficiado en su campaña con recursos de procedencia ilícita o lavado de dinero, está llena de verosimilitud. El PRI se gastó más de 4,200 millones de pesos, mientras que el tope legal era de 336 millones. ¿Dónde está la equidad? 


La triangulación de recursos mediante empresas fantasmas, testaferros accionistas es la clave en el escándalo fraudulento de Monex. Fue esta red de blanqueo la que transfirió 108 millones de pesos a Monex para adquirir miles de tarjetas entregadas para comprar millones de votos a favor de Peña Nieto. La Ley contra el Lavado de Dinero estuvo congelada mucho tiempo durante el gobierno de Calderón. 


Ahora vemos que la razón principal fue de carácter electoral. La opacidad del sistema financiero, los privilegios de los banqueros y empresarios, han llenado de lavadoras de dinero la actividad productiva de este país. Sólo hay que ver la cantidad inmensa de construcciones, centros comerciales, hoteles y otras obras magnificas de ladrillo y cemento que esconden blanqueo de capitales junto a miles de empresas con apariencia legal. Existe una amplia gama de posibilidades que benefician a la delincuencia organizada y a los gobiernos en este aspecto. 


Que el PRI sea una lavadora de dinero negro no es sorpresa. Allí está Tomas Yarrington y los Moreira para recordarnos los sucios entresijos del sistema político mexicano, pero que la lavadora se extienda a las urnas, es francamente una ignominia. El pueblo de México no merece un Presidente lavado o blanqueado como Enrique Peña Nieto.

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/30-07-2012/8439. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

García Soto - El fantasma del interino


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La propuesta de un interinato en la Presidencia, que inopinadamente lanzó Andrés Manuel López Obrador, es más una medida de presión del tabasqueño que eleva así el tono de su estrategia política y mediática, que un tema que realmente flote en el ambiente o en los escenarios posibles del fallo del Tribunal Electoral que calificará las elecciones del 1 de julio.

Aunque el tema no es nuevo en la rumorología política mexicana y ya no causa el mismo impacto que en el pasado reciente, cuando hablar de una sustitución presidencial o de un interinato era casi invocar un tabú, porque ni la Constitución ni las leyes establecían claramente qué pasaba en caso de ausencia permanente del presidente o de que éste tuviera que ser sustituido por causa mayor, de cualquier modo hablar de un “presidente interino” sigue incomodando a muchos y desata condenas como “la ruptura del orden institucional”.

En realidad, Andrés Manuel no tiene aún los elementos para plantear un interinato, porque no hay aún un fallo de los magistrados del Tribunal a sus juicios de inconformidad, y por más que sus denuncias de un presunto lavado de dinero hayan permeado en la opinión pública y que varias investigaciones periodísticas confirmen que sí hubo una sospechosa triangulación de recursos de origen incierto en la campaña del PRI, eso no configura aún un delito probado y mucho menos juzgado y menos una causal de nulidad confirmada por las instancias judiciales correspondientes.

Se trata más bien de meter ruido, estridencia al debate postelectoral que sube de tono y que vuelve a exhibir la existencia de dinero de dudosa procedencia y en cantidades ofensivas e ilegales en la elección presidencial. AMLO sabe que la palabra “interinato” saca de quicio a los institucionales priistas y trata de provocarlos al invocarla.

Muy distinto ocurrió la última vez que se había hablado de un presidente interino para el país, a inicios de agosto del 2006 cuando, en pleno conflicto postelectoral por los comicios de aquel año, un grupo de empresarios de alto nivel, encabezados por el millonario Carlos Slim, trazó un plan político para designar a un mandatario interino y acabar así con el polarizado conflicto que había llenado de encono a la sociedad por la disputa entre López Obrador y Felipe Calderón.

Slim avanzó tanto su plan que hasta tenía el nombre de quien debía ocupar la Presidencia mientras se convocaba a nuevas elecciones: el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, que llegó a ser enterado del plan que finalmente se frustró para cancelar la presidencia de Calderón y acabar con las protestas de López Obrador.

Hoy, aunque la estrategia pudiera ser parecida, las condiciones son distintas. En principio no hay una diferencia tan apretada como aquel 0.56% de la votación -250 mil votos- que aunado a la negativa de recontar todos los votos y abrir los paquetes electorales había alimentado las denuncias y sospechas de un fraude. La diferencia esta vez supera los tres millones de votos y los votos fueron todos recontados.

Las denuncias ahora contra el PRI y Peña Nieto tienen que ver con el uso y origen del dinero y la compra de votos que acusa López Obrador, pero por más que se estén reuniendo evidencias y pruebas de una triangulación de recursos, del uso de dinero sin un origen claro para pagar a votantes, no hay aún certeza de que esas vayan a ser consideradas como causales de nulidad o invalidez por parte del Tribunal Electoral. Así que el interinato parece en este momento más un fantasma para espantar que una probabilidad real.


Fuente: http://www.24-horas.mx/el-fantasma-del-interino/

Raymundo Riva Palacio - La protesta

Raymundo Riva Palacio
PRIMER TIEMPO: La nueva broma del “interino”. ¿En serio? ¿De verdad que un “presidente interino” es el camino que plantea Andrés Manuel López Obrador para sanar la salud nacional porque de otra manera, como lo plantea, es vivir en la “impudicia”? López Obrador seguramente, por la forma como tiene estructurada su mente, se refiere a impudicia como deshonestidad, en este caso la de Enrique Peña Nieto, cuyos votos son resultado, argumenta, de compra de conciencias, de lo que hicieron los gobernadores para acarrearle electores (por cierto, en donde más se centran sus críticas, él ganó la elección o tuvo avances significativos), y de la manipulación de encuestas (que ya le dijeron en el IFE que no es cierto). Su propuesta es sentencia. Antes aún que termine el Tribunal Electoral de revisar y dictaminar sobre el proceso electoral, ya les dijo para dónde deben ir: invalidar la elección y que se proceda a la elección de un interino. Como López Obrador sólo impugna la elección presidencial y admite que quienes resultaron electos como diputados, senadores, gobernadores, diputados locales, presidentes municipales y regidores sí lo hicieron con todas las de la ley, pues recaería en el Congreso, si el Tribunal así lo decidiera, elegir a un nuevo gobernante. El Congreso lo decidiría por mayoría absoluta. Resulta, claro, que el nuevo Congreso que se instala el 1 de septiembre, tiene como primera minoría al PRI, al alcanzar 207 curules, que con sus aliados del Partido Verde, que logró 34, y 10 más de sus aliados informales de Nueva Alianza, pues llegan a 251 diputados, que dan la cifra mágica de la mayoría absoluta. Es decir, aún en el remotísimo caso de que eso sucediera, Peña Nieto podría volver a ser presidente, en calidad de interino, o esperar un mínimo de 14 meses y no más de 18, como lo marca la ley, para volver a contender en nuevas elecciones convocadas por el Congreso. Esto lo sabe López Obrador, pero, una vez más, la impugnación no es, ni lo fue, ni lo será, en el terreno de lo legal, sino de lo político y lo mediático.

SEGUNDO TIEMPO: Elementos nuevos, impugnaciones viejas. Tan pronto como terminó la elección presidencial, los analistas políticos declaraban a la prensa extranjera que Andrés Manuel López Obrador no podría impugnarla por la diferencia que le sacó Enrique Peña Nieto en las urnas. Qué poco lo conocían. Los siete millones de votos no le dieron para reclamar en los mismos términos que lo hizo hace seis años en contra de Felipe Calderón, por lo que en unas cuantas horas abandonó el tema del fraude en las urnas. Se volcó al nuevo factor Hildebrando, un supuesto algoritmo para el fraude cibernético inventado en la semana previa a la elección por un estratega que ahora trabajó para la campaña de Peña Nieto. Ese factor se llamó primero Soriana, pero lo abandonó cuando le comenzaron a mostrar que había sido un montaje, y se enfocó a Monex, una casa de cambio que en una década se convirtió en una poderosa institución financiera, pero llena de lodo y de imputaciones todo este tiempo por lavado de dinero. Como en 2006, sus abogados llevaron las cajas probatorias del fraude al IFE. A diferencia de 2006, cuando las llevaron vacías y Juan Camilo Mouriño, jefe de campaña de Calderón, los obligó a abrirlas, en esta llevaron pacas de recortes periodísticos —igual hizo Jesús Zambrano que presentó clips periodísticos como sus pruebas jurídicas en la denuncia contra el ex consejero de Carlos Salinas, José Córdoba, que perdió en tribunales en 1996— y una muestra de lo que le llaman los partidos “utilitarios” —vasos, lápices, gorras, por ejemplo—, y que están contemplados en los gastos públicos de campaña. La impugnación corre en dos sentidos: la legal, en tribunales, que es completamente irrelevante, pero se tiene que hacer para cumplir con el trámite; y la política, que es la importante y no responde ni a los tiempos de la ley ni a la ley en sí misma. ¿Qué pasará con Soriana y Monex? Qué importa, como ya se vio con el tema de las encuestas. Lo que diga la autoridad electoral será un dicho comprado por el ganador de la elección, porque en esa lógica pertenecen a la misma camarilla. La victoria de Peña Nieto no será validada por López Obrador. Y no es que carezca de la esencia de un buen, perdedor. La suya es la de un político que nunca muere, aunque debió haber nacido en Guadalajara, donde, cuando pierden, arrebatan.

TERCER TIEMPO: Los aliados, acamparon en Televisa. Desde el viernes, unas tres mil personas que quieren que Andrés Manuel López Obrador sea presidente de la República acamparon en las instalaciones centrales de Televisa, para protestar contra Enrique Peña Nieto. Fue un acto sofista. La mayoría de los mexicanos se quedó a ver el futbol olímpico y la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres a través de… Televisa y con los conductores a quienes identifican como satanases. Las demandas no eran nuevas: la democratización y socialización de los medios de comunicación (propuesta original del original movimiento #YoSoy132), reforma al sistema educativo mexicano (que todos los candidatos plantearon), impulsar un cambio de modelo económico para combatir la pobreza (propuesta de López Obrador que fue retomada en esa parte por Peña Nieto), un “viraje” al sistema de justicia (que nadie entiende a qué se refieran) que incluya la retirada del Ejército de las calles (propuesta de todos los candidato presidenciales), que el derecho universal de la salud se cumpla en todo el país (diría el presidente Felipe Calderón que pasa eso está el Seguro Popular) y que la política se enfoque a través de la atención de demandas sociales a través de asambleas locales (o sea, políticas públicas mediante asambleas a mano alzada, que no es una forma de gobernar de nadie, ni su candidato López Obrador). Esta protesta vale como catarsis y espectáculo mediático, pero es un poco decepcionante por lo ramplón de sus ideas. La más interesante, convertir a la Federación en municipios autónomos como los del EZLN, es inviable; las demás ya existen o comparten ideales con su anatema político, Peña Nieto. Universitarios, comuneros, electricistas y toda una gama de la izquierda social que representa López Obrador —que no es toda la izquierda, por cierto, ni la más ideológica— tuvieron en esa protesta el néctar de su frustración. Pero, ¿para dónde va? Pensar que serán la segunda generación de los Fernández Noroña es un poco ocioso. Pero algo tienen que hacer para articularse políticamente y no desperdiciar la testosterona invertida, como, por ejemplo, ser más creativos y audaces en sus propuestas, y despedirse de los lugares comunes que no llevan más que a las instalaciones de Televisa.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx
Twitter: @rivapa

Leído en: http://www.razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=132142


Rubén Cortés - Los negocios de Honestidad Valiente


Rubén Cortés

Honestidad Valiente es una asociación civil “sin fines de lucro”, pero escanea documentos a gobiernos que simpatizan con AMLO y hasta cobra por ello: en 2007, el GDF le pagó 4.5 millones de pesos por digitalizarle unos archivos de contribuyentes.
Sólo en la capital, Honestidad Valiente fue beneficiada con 16 contratos desde 2007. Pero también le cobró a alcaldías perredistas del Estado de México, Campeche, Hidalgo, Tlaxcala y Morelos.
En otro intento por argumentar sus denuncias ante el IFE contra AMLO, por manejar ilegalmente más de mil 200 millones de pesos en su campaña, el PRI presentó ayer evidencias del uso de recursos públicos por parte del candidato de las izquierdas.
El documento Financiamiento Oculto de la Campaña de AMLO distingue, con una línea del tiempo que enumera años, meses, fechas, montos, contratos, nombres de funcionarios, sueldos de AMLO y su “gabinete legítimo”, viajes, viáticos, servicios de escolta…
Es cierto que el PRD también envió a las autoridades electorales algunos folios para probar la “compra de votos” por parte del PRI durante las elecciones que ganó Enrique Peña por más de tres millones de votos.
En una parte del resumen de este documento (al que tuvo acceso el jefe de Información de La Razón, Raymundo Sánchez, quien ya publicó una parte (http://www.razon.com.mx/spip.php?ar...), aparece la introducción siguiente:
“Se dio un financiamiento y/o aportaciones de personas prohibidas por la norma electoral, con lo que se violan los principios jurídicos de objetividad, legalidad, seguridad, imparcialidad, certeza jurídica y equidad”.
Pero abajo, en el apartado dedicado a “Pruebas del enjuiciante”, el Movimiento Progresista acepta con todas sus letras: “No se presentan”.
El vocero de AMLO, César Yáñez, admite también que su jefe no ha entregado cuentas de sus gastos de campaña al IFE, aunque sí se pueden encontrar en la página webhttp://www.amlo.org.mx/... Sólo que ahí no existe absolutamente ningún dato sobre gastos.
De todos modos, el mismo expediente integra 6 mil 294 “pruebas” para invalidar el triunfo de Peña, que incluyen los ya famosísimos comales, mandiles, gomas de borrar, chanclas, cilindros, lapiceros, portalápices, loncheras…
Sin embargo, suponiendo que estas 6 mil 294 “pruebas” fuesen aceptadas por el Tribunal Electoral, Peña seguiría ganándole a AMLO. La diferencia del cómputo distrital es de 3 millones 329 mil 785 votos: si le restan 6 mil 294, quedan 3 millones 323 mil 491 votos de diferencia.
En cambio, el PRI presenta documentos sobre 16 contratos de Honestidad Valiente en varios estados (sin autorización para obtener licitaciones por ser asociación civil) para donarlos a AMLO sin pagar impuestos, cuotas al IMSS e Infonavit, ni entregar facturas a Hacienda.
Ahora AMLO está contra la pared.
Ése es el azar que corren quienes creen que la única verdad es la suya.
ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter:
 @ruben_cortes


Pablo Hiriart - El engaño de la impugnación


Pablo Hiriart  Le Bert

Las cajas que con solemnidad de sepultureros llevaron al IFE Jesús Zambrano, Ricardo Monreal y José Luis Walton para probar que Peña Nieto “compró” el triunfo el 1 de julio, en realidad contenían un cúmulo de objetos que simbolizan la burla de esa impugnación.
La agudeza periodística de Raymundo Sánchez lo llevó a ver y a publicar (La Razón, lunes 23) el contenido de esas aparatosas cajas de cartón que se presentaron a los fotógrafos con la leyenda “Expedientes”, y al calce el nombre de los estados de los cuales provenían tales “pruebas” para anular las elecciones presidenciales.
Resulta que las “pruebas” de la coalición PRD-PT-MC consisten en:
- Tres jarras de plástico.
- Siete mandiles de plástico.
- Cuatro comales.
- Tres manteles.
- Tres tortilleros de tela.
- Siete cubetas de cilindro.
- Dos vasos de vidrio.
- Dieciséis vasos de plástico.
- Una lonchera.
- Un brillo labial “Enrique Peña Nieto”.
- Dos delineadores.
- Cuatro barnices de uñas.
- Un perfume de bolsillo Enrique Peña Nieto.
- Camisetas Enrique Peña Nieto.
- Sandalias de plástico.
- Cinco abanicos.
- Tres pulseras de tela.
- Tres reglas.
- Ocho cuadernos.
Y sí hasta un total de seis mil 394 artículos, de los cuales sólo mil 123 traen distintivos priistas o de su candidato.
Se trata, obviamente, de una nueva tomadura de pelo, del mismo candidato y de los mismos partidos, a la población y a las autoridades electorales.
En distintas partes del mundo hemos visto a simpatizantes de partidos repartir pulseras, gorras, vasos o cornetas con el nombre o el emblema de un candidato.
Lo que no habíamos visto nunca es que el partido derrotado acuse de fraude al ganador por repartir enseres típicos de campaña.
Eso únicamente ocurre aquí, con los mismos partidos y el mismo candidato que sólo acepta la validez de una elección cuando gana.
Sin menospreciar el posible rebase de los topes de campaña en que pudieran haber incurrido PRI y PRD, que debe ser investigado y de ser el caso sancionado, lo que nos enseñó el periodista Raymundo Sánchez es el contenido de la impugnación del candidato perdedor y partidos que lo sostienen e impulsan: un engaño.


Sebastián Chilano - Plagio

Sebastián Chilano
(1976)

Plagio

Jonás, muy enojado, buscó a Jesús, ya resucitado, y lo increpó. Sos un copión, le dijo. Jesús no le contestó. Estaba relajado. Como en el vestuario al final de una obra de teatro, ya lo habían bañado, lo habían perfumado, le habían dado la vacuna antitetánica (por los clavos), y él solito se había calzado un pijama estampado con ramas de olivos para, de una buena vez, acostarse a dormir. 

La indiferencia de Jesús irritó aún más a Jonás. Pero Jonás sabía que la culpa no era del chancho, como se decía por la época en las calles de Judea, sino de quién le da de comer. Así que Jonás buscó a Dios. Cuando lo encontró se quejó ante el con voz amarga. Mi historia ha sido plagiada, le dijo, has vuelto a usar mi argumento: me hiciste pasar tres días en el vientre de la ballena y ahora repetiste la fórmula con Jesús: lo dejaste tres días en el sepulcro y después lo sacaste, creo que no es justo. 

En su sabiduría infinita, Dios lo miró y le pidió que le nombrara un solo escritor de los pasados y de los por venir que no cayeran en la tentación de repetir una buena idea. Jonás, derrotado, se fue silbando bajito, o masticando bronca, depende de la versión que dio cada evangelista.


Cartones de hoy