martes, 19 de junio de 2012

@JairJoaquin - No a #YoSoy132p


No a #YoSoy132p

Hoy en día, está tomando rápidamente fuerza un movimiento llamado #Yosoy132, a raíz de los sucesos en la Universidad Iberoamericana durante la visita de Enrique Peña Nieto.

Personalmente yo me encuentro TOTALMENTE EN CONTRA de esta manifestación.

¿Por qué? Múltiples razones. Pero supongo que hay dos que resumen todas las que a continuación voy a escribir: INCONGRUENCIA E INTOLERANCIA. En primer lugar la protesta se origina por la inconformidad de 131 jóvenes de la Ibero debido a que ciertos personajes del Revolucionario Institucional los tacharon de porros.

Respetable su indignación. Sin embargo, cuál sería mi sorpresa al ver que ellos, los del movimiento, tachan en Twitter y mediante pancartas, gritos y groserías a todo aquel que apoye al candidato del PRI de comprado, acarreado, ignorante o bot.

¿Y el Respeto? Después su grito de guerra es pedir la democratización de los medios, o sea que los medios y los periodistas que pertenecen a estos, sean imparciales. Pero, en tal caso, yo me pregunto, ¿no sería coartar la libertad de expresión? ¿Acaso los periodistas no son también personas con derecho a decidir a quién apoyar? ¿O es que a ellos les gustaría que los periodistas aparecieran en los medios exigiéndoles que no apoyen a ningún partido, que sean imparciales?

Ahora bien, la protesta no es tan generalizada. No. El objetivo número 1 a atacar es Televisa. Después Milenio y la OEM. Denisse Maerker, Loret de Mola, López Dóriga, Gómez Leyva o Carlos Marín son algunos de los periodistas más criticados. ¿Por qué? Bueno, porque aseguran que todos los anteriormente nombrados escriben a favor de Peña Nieto. Pero y entonces, me vuelve a asaltar la maldita duda. ¿Por qué solo contra ellos? ¿Por qué en las marchas no se le reclama nada a la Jornada, Proceso, Carmen Aristegui, Denisse Dresser o SPD Noticias si tampoco son imparciales y claramente son de apoyo a AMLO?

Lo dicho, piden igualdad y es lo que menos respetan. Y ya que andamos en la imparcialidad, entramos al apartidismo. Los creadores de #Soy132 se han hecho de apoyo porque han asegurado que son apartidistas, esto es no apoyan a ningún partido político. Pero entonces ¿por qué estos mismos chavos convocan a marchas AntiEPN? ¿No que apartidistas, pues?

Y sigo con mis preguntas, ¿por qué entonces durante las marchas se aplaude a quien lleve pancartas de apoyo a AMLO pero cualquiera que diga algo a favor de Peña es abucheado y callado a groserías? Basta darse una vuelta a Twitter para ver a gente pidiendo ¡el voto útil! a López Obrador usando el HT #Soy132. ¿Apartidismo, eh? ¿Otro ejemplo? Bueno, sencillo. Ayer, Javier Sicilia en Diálogos por la Paz se presentó y primeramente atacó a JVM. Murmullos desaprobatorios contra el poeta. Siguió el evento y atacó a EPN *Aplausos, gritos, fuegos artificiales, ¡Sicilia, líder, héroe!* Y entonces que ataca a López Obrador. Y lo dicho, la dictadura del odio. Sicilia está viejito, ya chochea, se vendió al PRI, está loco por el dolor, perdió la esperanza HT: #Soy132.

Para ese momento mi fe en el apartidismo de este movimiento ya se había consumido. Sigamos. Ahora resulta que van a marchar para exigir la transmisión del debate en cadena nacional. ¿O sea que van a exigir que a todos los mexicanos les impongan en sus canales un mismo programa independientemente de que quiera o no verlo? ¿Y la libertad de elección? Lo siento, pero si un mexicano prefiere ver el programa del ciclo de apareamiento del tigre siberiano en vez del debate está en todo su derecho. ¿No era eso lo que le critican al viejo PRI? ¿El autoritarismo? No al PRI, gritan. ¡Yarrington, Salinas, Montiel, Deschamps! dicen. ¿Y me pregunto nuevamente? ¿Por qué no gritar también ¡Bejarano, Ponce, Cesar Godoy, Napito!? Digo, para que el grito este parejo. ¡Atenco no se olvida! ¿Tan siquiera saben bien cómo se desenvolvió el conflicto? ¿Y dónde queda ¡Reforma no se olvida! o ¡Los miles de muertos de la guerra no se olvidan! o ¡Los niños de la guarderia ABC no se olvidan!? Digo, para ser imparcial y plural.

También gritan ¡No violencia! y ya aquí me rio. ¿No violencia? Pero entonces, por qué golpearon, rayaron y atacaron la camioneta de la caravana de EPN. Ah sí, es priista y por tanto no merece respeto.

¡No se dejen provocar por los priistas! Dicen. Bien, en tal caso ¿Por qué ustedes van justo a dónde se están realizando los mítines de apoyo a EPN a insultar y gritar? ¿No es eso provocación? ¡No dejaremos que nos manipulen! ¿No? Bueno, por las televisoras seguro no, pero por AMLO sospecho que sí. O de otra forma no me explico el que cada una de sus afirmaciones, lo de los complot, lo de las televisoras, lo de las encuestas, lo de la cadena nacional hayan sido primero dichas por el candidato de la izquierda.

Finalmente analizar el texto que presentaron a los medios como pliego petitorio del movimiento viene a ser una labor todavía más triste. Luis González de Alba, líder del movimiento estudiantil del 68 ya se ha encargado de criticarlo por mí, por tanto recomiendo su lectura. Aquí va la mía, inspirada en aquella.

En el principio del texto dice “Los jóvenes decidimos” (¡!) Achis, pensé que en este tema decidíamos tanto nosotros como jóvenes como toda aquella persona que tenga más de 18, así tenga 90. Y para más INRI, ¿por qué habríamos de decidir nosotros? ¿Por ser chavos? Digo, somos parte importante de la sociedad y como tal tenemos derecho a opinar pero mantengamos los pies sobre la tierra. Ser chavo no te hace sabio, ni culto, ni inteligente, ni nada. ¿Puedes ser chavo y tener todas estas virtudes? Claro, pero no las posees automáticamente por el solo hecho de exhibir en la credencial 20, 19 o 24 años.

Después exigen “someter a concurso producciones para canales” (¡!) Ah no, bueno. ¿O sea que ahora hay que imponer línea en televisión, prensa y demás? También exigen (pedir es demasiado blando para ellos, EXIGEN) abrir el debate entre los jóvenes y los medios” Y pregunto nuevamente ¿porqué solamente los jóvenes? ¿Desde cuando la juventud es la más indicada para saber qué canal es el adecuado?

Por dios, muchos ni siquiera hemos terminado la universidad y muchísimos de 18 ni siquiera la han comenzado. ¿Y así están preparados para tener un debate de contenidos?

Lo que sigue: Peña Nieto bla bla bla, Peña Nieto es malo bla bla bla, el PRI es malo bla bla bla. No es tan difícil observar la conclusión de todo este texto: Exigimos que EPN renuncie a su candidatura y el PRI desaparezca. Y ya aquí mi indignación viene a ser completa. ¿Por qué? En realidad es una persona que cumple con todos los requisitos legales para ser presidente de la Republica y tiene el derecho como todo mexicano que los cumpla a ser postulado al puesto publico que desee por el partido que lo decida. Así de simple. Si no quieren votar por él, no lo hagan, pero de eso a exigir eliminarle la libertad a una persona solo porque están en desacuerdo con él se me hace lo más estúpido de todo el movimiento.

Finalmente me quedó con una frase que ha terminado de ponerme definitivamente en contra de la protesta #Soy132. ¡Si hay imposición, habrá revolución! Madre mía. O sea que si la mayoría de los mexicanos este 1 de Julio votan por Enrique Peña Nieto, ¿van a tomar las armas e impedir que este sea Presidente sea como sea?

Un país tan golpeado como el nuestro lo que menos necesita es violencia y sin embargo mientras los narcos secuestran y extorsionan, mientras en el campo crece la pobreza extrema, mientras hay un grave problema de educación, ¿Ustedes van a hacer una Revolución contra las televisoras y el Presidente, democráticamente electo?.

Bravo. Son un ejemplo, chavos.

Concluyo. Tengo 20 años, soy joven. No soy un ignorante, soy un universitario becado. No soy imparcial, tengo derecho a elegir. No soy un acarreado, ni un comprado, ni un bot. Quiero ayudar a México pero no gritando groserías, organizando marchas y descalificando las instituciones, sino creando una empresa, defendiendo mis ideales con respeto y estudiando duro para ser un gran profesionista. Exijo respeto, tolerancia y democracia. Como su movimiento no comparte estos pilares, para mi fundamentales, lo tengo claro: ESTOY EN CONTRA DEL MOVIMIENTO #SOY 132. Se vale.

@JairJoaquin
Alumno de Ingeniería Civil del ITESM

Presidente de la Sociedad de Becados del Tec de Monterrey

Rafael Loret de Mola - Un Nudo de Agresiones/ Democracia o Fascismo

Rafael Loret de Mola
Comienzo con un comercial, tal como suena: los amables lectores ya pueden adquirir “Sin Redención” –Océano-, de mi autoría; como esperaba, la edición será muy limitada para cumplir con el contrato preestablecido con la Editorial Océano. Es muy posible, entonces, que la empresa no esté muy interesada en reeditar la obra para consumar así un ciclo en el que debí demandarla por el incumplimiento, y una censura alevosa, sobre la aparición y tiraje de “Nuestro Inframudo”, editada finalmente por Jus a donde, por cierto, arribó Rogelio Carvajal, mi antiguo editor, después de tomarse algo así como un año sabático.

Por lo demás, en el texto mencionado pueden encontrarse las causas y las respuestas de cuanto está sucediendo hoy, desde el pleito de Josefina –Chepina en confianza- con la poderosa “novia de Chucky” traducida a una guerra de anuncios espectaculares en la ciudad de México-, hasta los conatos de violencia en torno a los candidatos y las advertencias de “los jóvenes”, sobre todo los integrantes del grupo denominado “#Yo soy 132”, quiene ya se preparan incluso no sólo para una segunda marcha en contra del aspirante del PRI -¿no encuentran defectos en los otros tres?-, movidos por Andrés Manuel López Obrador, uno de cuyos hijos aparece como uno de los grandes promotores, de sitiar las casillas y las urnas el día de la jornada electoral. Si así es cómo se entiende la democracia, ¿podría alguien explicarme cómo puedo entender el fascismo que se desarrolla en torno de una sola voluntad mesiánica?

Pese a todo, observo, a esta hora de la recta final, muy seguro de sí mismo a Andrés Manuel, como si se guardara todavía un as en la manga. Desecha las encuestas –igual que en 2006- y propone que sus apoyos son “votos duros” para hacerlo “invencible” en su carrera hacia la Presidencia. Para este columnista, quien apreció y simpatizó con López Obrador durante largo lapso –es una confesión que hago a mis lectores con el previo acto de contrición-, Andrés dista mucho de ser el mismo político con la mente y la fe puesta en el servicio social, la cruzada por los pobres y, sobre todo, la maduración de una democracia bisoña, atrapada en los mil prejuicios de la muy larga “hegemonía” priísta.

Desde luego, no puede negarse que ha sido excepcional su crecida cuando, hasta hace un semestre, pocos, muy pocos –incluyendo a Marcelo Ebrard que prefirió guarecerse en espera de un turno posterior-, sopesaban la posibilidad de una victoria de la izquierda... y ahora hasta el derechista Calderón admite “que nada está decidido” orque hay “tres candidatos muy competitivos”. No habló de candidata pero se sobrentiende porque, desde luego, a Gabriel Quadri apenas lo toma en serio. López Obrador, en el arranque, parecía un cartucho quemado que levantó la inteligencia del actual jefe de gobierno defeño para evitar un despeñamiento nunca mejor dicho-, hacia el abismo de la intrascendencia. No obstante, pocos valuaron la intensa labor del personaje que llegó hasta el último confín mexicano para establecer compromisos sociales con los marginados y cuantos mal viven de sus ingresos cotidianos, casi sin esperanza ni fe en el futuro.

Recuerdo las palabras de su correligionario –si bien no su incondicional-, Carlos Navarrete, de impecable trayectoria dentro de la izquierda siempre, sobre las andaduras del tabasqueño:

--Parece un viejo misionero fundacional, caminando sin cesar en busca de la plegaria del triunfo.

Pensé entonces en cuantos, en España, hacen el célebre “camino de Santiago”, algo más de 850 kilómetros de serranías entre el linde con Francia hasta Galicia, con un báculo y un sombrero, hospedándose en hosterías baratas, en cada puesto de abastecimiento –esto es, a los kilómetros que marca la ruta como obligatorios para cada día; si te cansas duermes entre matorrales-, con el único fin de postrarse a los pies de la imagen del santo, uno de los apóstoles de Jesús, quien convirtió a la Iberia romana en uno de los mayores centros de la cristiandad. Lo hizo, además, sin más refuerzos que su propio impulso... así, como Andrés Manuel en cada región del país incluyendo las que están en manos de grupos subversivos o sublevados, un tema escasamente analizado en la perspectiva de los debates; vamos a ver si alguno de sus “jóvenes” cooptados se anima a abrir la mente e interrogarle sobre sus posibles contactos –inevitables, diría,- con los violentos. Este es un buen desafío para quien aspira a ganarlo todo y se muestra, cada vez, más intolerante.

No puede entender como puede lanzarse loas a la democracia, repeliendo a un candidato en las calles y vigilando las mesas electorales con amenazadoras actitudes, esto es con la disposición de inhibir a quien quiera votarle porque, sencillamente, así lo considere correcto. Esto es un verdadero atentado contra la libertad, la de expresión sobre todo ero también la de acción, que desmerece las convocatorias en pro de un modelo político en donde la participación cívica sea indispensable. ¿O sólo se refiere López Obrador a los incondicionales mientras envía al cadalso a sus críticos, quienes, seguramente de acuerdo a su criterio, forman parte de alguna conjura, o de un “complot”, en su contra? Bien haría en explicarlo. 

Fíjense: es tanta su obsesión al respecto que se da el lujo de orientar a sus seguidores para que escuchen o vean determinados noticiarios. En Televisa dijo que sólo confiaba en Brozo, el payaso convertido en líder de opinión, sin conocer que éste lo negó ante sus directivos y se sumó a la corriente que, durante el conflicto poselectoral de 2006, urgía a negarle espacios dentro de la poderosa emisora para responder a los insultos desde las diversas plataformas de un candidato encendido, aunque tuviera razón para ello, quien acusó de pertenecer “a la mafia” a muchos de los que ahora ha perdonado. Quizá por ello, hasta sus más radicales simpatizantes, digamos Gerardo Fernández Noroña, dudan ahora en apoyarlo a ciegas.

Vamos “a tientas”, como sugiere la lectura de “Sin Redención”, en busca de alguna luz a final del túnel que no aparece por desgracia. Porque, en el fondo, la mayor parte de los mexicanos admite tener serias dudas sobre cada uno de los postulantes y de la candidata del PAN, siempre tan comedida y ahora convertida en un títere o una periquita que repite las consignas de sus “expertos” catalanes que presumen de “hacer presidentes”. Busquen ustedes mismos, en la WEB Ostos$Solá y allí podrán encontrar la referencia por si dudan de mis asertos. Más pronto cae un hablador que un cojo, dice el refrán, lo que es aplicable, por ejemplo, al indefinido ex presidente Fox.

Los días por venir, de aquí a la jornada electoral, con anuncios de marchas “antis” –a mí me gustan más las de pro-, y concentraciones callejeras con mucho de rijozas, serán de extremo riesgo... aunque el señor Calderón, responsable de dar garantías a la ciudadanía para el ejercicio del sufragio, simplemente sonría cada que para detrás de un atril como si viviera en una especie de burbuja impenetrable.

Existe el peligro, sin duda, de que la todavía naciente democracia nuestra sea sólo un aborto en manos de los más intolerantes. Examinen bien lo descrito como parte del juicio a resolver el primero de julio. Gracias por hacerlo.

Denate

Insisto: es preocupante confundir la democracia con un arsenal dispuesto sólo para los incondicionales; eso nos conduce, irremisiblemente, hacia su antítesis, la aristocracia que se funde con el fascismo, propio de fundamentalistas. No podemos concebir escenarios en los que quienes se dicen repelentes a un candidato quieren impedir, a como dé lugar, que éste triunfe en las urnas.

Imaginemos que cuantos detestan a López Obrador por sus aires y desplantes mesiánicos, asumieran –como lo hicieron los Fox y no pocos empresarios en 2006- que fuera un peligro para la estabilidad nacional y se le negara el derecho a participar en los comicios; o que Josefina Vázquez Mota, la mujer que dijo no plegarse a la maestra Gordillo aunque la llamara “amiga”, fuera convertida en rehén de las tantas víctimas inocentes –entre 50 y 80 mil-, de la inútil guerra de Calderón que no redujo, en un solo gramo, las “exportaciones” de estupefacientes hacia los Estados Unidos. ¿Cómo suavizar el tremendo dolor de todas ellas?

Del mismo modo, no es admisible que por la negra historia del PRI se pretenda encasillar a su candidato, hostigarlo por las calles, insultarlo y tratar de intimidar a quienes han decidido votar por él, por las causas que se quieran, las frívolas o las de fondo, promoviendo marchas “anti” y dando indicaciones para copar las casillas para ver el desarrollo de las votaciones obviamente pendientes del arribo de los priístas. ¿Esto qué es?¿Democracia o fascismo? Díganlo los mismos jóvenes atraídos por la novedad de las llamadas “redes sociales” –desde un principio señalamos que serían un factor determinante-, y enjundiosos por participar sin meditar en cuáles debieran ser los deberes esenciales del votante: uno de ellos, el principal, no ejercer ningún tipo de violencia contra cuantos tienen opiniones diversas. ¿O vamos a tolerar que el marido imponga a su mujer el signo que debe cruzar negándole todo criterio? Es la misma línea, sin rebuscamientos, de cuantos por decirse “antis” estiman que tienen derecho a fustigar, perseguir y hasta maltratar a los seguidores del aspirante a quien aborrecen. ¿Tiene esto algún sentido?

Rescatemos a nuestra incipiente democracia de los farsantes que intentan manejarla a su antojo, como cuanto0s dicen que sólo la habrá... si gana Andrés Manuel y cancela las concesiones de las televisoras privadas a las que tanto aborrece; o cierra los diarios no afines; o exilia a sus críticos para no tener al enemigo en casa.

La intolerancia es el síntoma que desnuda a quienes se dicen demócratas y aspiran a encabezar una dictadura.

La Anécdota

Josefina tampoco era así. Al contrario, odiaba las mezquindades y se decía víctima de ellas por el machismo dominante. Hasta que, por instrucciones de Los Pinos, fue rodeada por una espiral de catalanes, encabezados por Antonio Solá, sin el menor escrúpulo moral y político. Y ellos le dijeron que “sacara de concentración” a sus adversarios durante el debate con alevosía y engaño. Y así lo hizo. La ambición por el poder, ni duda cabe, transforma a quienes aspiran a poseerlo o lo desempeñan. Y México, por desgracia, tiene una muy larga lista de personajes a quienes los ha corroído por completo. 

¿Tendremos que sumarnos al “recado” de Elba Esther a “Chepina”, señalando sólo “gracias por participar”? Es una pena que ella, la mujer que ha tenido las mayores oportunidades de alcanzar la Presidencia, no se haya mostrado como es sino como le dijeron que fuera.

E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com.mx

Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/unnudodeagresionesdemocraciaofascismo-1309244-columna.html

Lorenzo Meyer - La izquierda y la derecha bicefala

Lorenzo Meyer
Diferentes... pero lo mismo

"Sí, podría yo decirte que en lo personal soy conservador". Así respondió Enrique Peña Nieto (EPN), candidato presidencial del PRI, a una pregunta que se le hizo el 23 de mayo en una entrevista en Televisa (http://www.youtube.com/watch?v=hpJj5rqCu-Q).

No es sorprendente que un personaje con la biografía de EPN sea conservador -mexiquense de Atlacomulco, Universidad Panamericana, miembro del PRI, secretario de un secretario de Desarrollo Económico del Estado de México, secretario de Administración del gobierno de Arturo Montiel, diputado local, gobernador y hoy candidato presidencial- y está en su derecho. Sólo llama un poco la atención lo público de su autodefinición, pues si bien el PRI es hoy una fuerza de derecha, en teoría lo del conservadurismo se lo dejaba al PAN.

Un argumento esgrimido repetidas veces por el candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es que un examen puntual de las políticas de los tres últimos gobiernos del PRI y las de los dos primeros del PAN muestra que en materia económica y social en su relación con los grandes monopolios y otros poderes fácticos, o por su actitud frente a la corrupción, PRI y PAN son bastante parecidos. Desde el otro lado del espectro político, las declaraciones del ex Presidente, y prominente panista, Vicente Fox reafirman no sólo lo intercambiable de PRI y PAN sino el apoyo mutuo entre ambos en momentos críticos.

Infame y vil pero congruente

En Tabasco, AMLO acusó al ex presidente Vicente Fox de haber cometido "un acto infame y vil" al no cumplir su ofrecimiento de apoyar "incondicionalmente" a la candidata presidencial panista, Josefina Vázquez Mota, y en cambio proponer un: "cerrar filas atrás de quien vaya a ganar" (La Jornada, 5 de junio). Y como el panista desdeñó expresamente la encuesta de preferencias electorales de Reforma que acercó bastante a EPN y a AMLO y, en cambio, sostuvo que la ventaja del candidato del PRI era de 18 puntos, quien encabezó la expulsión del PRI de "Los Pinos", en 2000, ahora propone apoyar a quien ya se perfila como ganador "para que podamos resolver los problemas", problemas que, por implicación, en los últimos 12 años el PAN no pudo resolver -en política son pocos los problemas que realmente llegan resolverse- ni manejar.

Ya antes de sugerir un "voto útil" a favor del PRI en 2012 -ese mismo que en el 2000 los foxistas se lo pidieron a la izquierda para derrotar al PRI-, Fox había preparado el terreno firmando acuerdos de capacitación de cuadros priistas en el "Centro Fox" que él dirige en San Francisco del Rincón, Guanajuato, aunque en el último momento se rescindieron. Aquí se abre la pregunta: ¿capacitarlos para qué?, pues, oficialmente, para que el ex Presidente enseñe a los priistas el camino para llegar a ser "líderes de calidad dedicados a servir a su comunidad", según reza la declaración de principios de ese centro. ¿Un tuerto dirigiendo a ciegos?

Pero volvamos al punto inicial. AMLO puede calificar a Fox de infame y vil por subirse al barco priista y abandonar a su suerte la nave que se hunde y donde viaja quien 12 años atrás fuera miembro de su gabinete. Sin embargo, AMLO no acusó al panista de incongruente, porque no lo es.

El enemigo de mi enemigo es mi amigo

El PAN nació en 1929 como una reacción de clases medias urbanas y católicas contra las políticas del cardenismo: reforma agraria, sindicalismo y corporativismo, expropiación petrolera, educación socialista, apoyo a la República Española y otras del mismo tenor. Por largo tiempo el PAN fue la expresión de la derecha democrática mexicana. Sin embargo, tras el estallido de la crisis económica de 1982, ese partido fue tomado y rediseñado por una derecha empresarial -los "bárbaros del norte"- que había dejado de confiar en un PRI que había llevado al país al desastre económico durante los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo. En 1986, en las elecciones de Chihuahua, el PAN realmente puso en aprietos al monopolio político del PRI.

Cuando tuvieron lugar la elección de 1988 y el fraude que le acompañó para imponer como Presidente al candidato priista, Carlos Salinas, ese PAN combativo pero con alma empresarial se percató de que el PRI podía ser sustituido no por él sino por el neocardenismo. Fue por eso que decidió cambiar de frente y cooperar en cuerpo y alma con un PRI antidemocrático y autoritario pero neoliberal.

Durante el salinismo, y para el PAN de Luis H. Álvarez, Diego Fernández de Cevallos o Carlos Castillo Peraza, había algo peor que un presidencialismo sin contrapesos capaz de llevar a México a las devaluaciones de 1976 o 1982: el neocardenismo. De ahí la política de cooperación PAN y PRI salinista para consolidar el neoliberalismo y desgastar a la izquierda electoral. Esa cooperación llevó a que en 1994 el candidato presidencial del PAN, Diego Fernández de Cevallos, simplemente aceptara difuminarse, pese a que había ganado el primer debate formal en nuestra historia entre candidatos presidenciales, y dejar el camino libre al abanderado del PRI. El anticarismático Ernesto Zedillo triunfó en las urnas con apenas el 50.13% de los votos; un PAN con ganas de competir lo hubiera puesto en apuros.

Una víctima colateral de ese arreglo PAN-PRI fue el propio Fox, a quien Salinas le impidió llegar a la gubernatura de Guanajuato en 1991. Pero la reacción del PAN hizo que el supuesto ganador, el priista Ramón Aguirre, no asumiera el poder y fuera sustituido por un gobernador interino panista, Carlos Medina Plascencia pues, de otra forma, no se hubiera mantenido la cooperación del PAN con el gobierno. Con Zedillo en la Presidencia, Fox volvió a ganar y esta vez su victoria sí le fue reconocida. Guanajuato fue entonces la plaza donde Fox preparó su exitoso asalto a "Los Pinos" en el 2000.

Ya en la Presidencia, Fox decidió no intentar acabar con el PRI para no quedar solo frente a la izquierda y por ello desistió de su idea de llevar ante la justicia a los "peces gordos" de la corrupción priista. Carlos Salinas pudo volver de su exilio en Irlanda y no tardó en cooperar con los panistas para montar una exitosa campaña de desprestigio en contra de AMLO, teniendo como base los videos que mostraban a dos personas cercanas a AMLO -René Bejarano y Ponce- recibiendo dinero de un constructor, el primero, y divirtiéndose en Las Vegas, el segundo.

Pese a lo anterior AMLO logró la candidatura presidencial en su calidad de sucesor de Cárdenas como líder de la izquierda. Fox intentó entonces desaforarlo y para ello contó con el apoyo del PRI en el Congreso federal en abril del 2005. En la cerrada contienda electoral del 2006, el PRI aceptó su evidente tercer lugar pero apoyó al PAN para que su candidato, Felipe Calderón, hiciera frente con éxito a los esfuerzos de AMLO por cuestionar la limpieza de la elección y la legitimidad de la toma de posesión del panista.

En vísperas de la elección de 2012, el PAN, tras 12 años en la Presidencia, está muy desgastado. Como en 2006, la competencia de 2012 es entre dos: el candidato priista y AMLO -a este último realmente no se le puede ver como el candidato del PRD; la relación entre quienes controlan a ese partido, "Los Chuchos", y el tabasqueño es un matrimonio de conveniencia, no de convicción. En estas circunstancias la decisión de Fox de hacer público su apoyo a EPN es lógica: mejor el retorno de un PRI que sigue siendo fiel a su origen pero con el cual el PAN puede llegar a acuerdos mutuamente benéficos, que el triunfo de una izquierda más que moderada -el gabinete que anunció AMLO en el debate del 10 de junio es prueba de esa moderación; todos los posibles secretarios son personajes interesantes y con credenciales para su puesto, pero ninguno está identificado con lo que pudiera calificarse de izquierda radical- pero con proyecto propio.

Lo que está en juego

Al final de la campaña, la contienda ya es entre una derecha con pasado autoritario y antidemocrático y una izquierda suavizada a la que en 1988 y 2006 se le cerró el camino de las urnas a la mala y a la que hoy buscan volver a derrotar mediante una alianza ilegítima entre el PRI y un gran poder fáctico: Televisa.

A dos semanas de la elección, un "voto útil" de esa parte del PAN que ya da por perdida a su candidata y a favor del PRI, como lo sugiere Fox, puede jugar un papel importante. Sin embargo, la inesperada insurgencia electoral de los estudiantes, más los electores aún indecisos pudieran cerrar la brecha que se achica entre EPN y AMLO y llevar la incertidumbre al punto del 2006 aunque, esperemos, no con las mismas consecuencias.

Leído en: http://noticias.terra.com.mx/mexico/politica/elecciones/sucesion-presidencial/lorenzo-meyer-la-izquierda-y-la-derecha-bicefala,f117f70d56be7310VgnVCM4000009bcceb0aRCRD.html

Bulmaro Pacheco Moreno - La visión de Otto

Otto Granados 

Bulmaro Pacheco Moreno
Otto Granados ha recorrido gran parte del espectro político y académico de México y se ha fogueado como pocos en ambos terrenos. Es una mezcla de historiador, filósofo y político moderno. Es Irónico y ajeno a las solemnidades, un buen liberal al estilo de quienes contribuyeron a la formación del Estado mexicano en el siglo XIX. Ha sido profesor del Colegio de México, fue secretario particular de don Jesús Reyes Heroles en la SEP, Embajador de México en Chile, gobernador de Aguascalientes, y también jefe de Comunicación Social del gobierno de la República entre 1988 y 1992.

En su actual faceta académica al servicio del Tecnológico de Monterrey, Otto responde a algunas interrogantes en torno a lo que sucede en México y lo que capta su propia perspectiva, nutrida por la experiencia política y el contacto con los principales liderazgos políticos y empresariales de México, para lo que vendrá en las próximas semanas.

Otto Granados con mucha frecuencia recorre el país para charlar con los principales liderazgos, medios de comunicación y realizar sus propias investigaciones sobre la realidad nacional en todas sus facetas. En un breve y sustancioso diálogo sobre el momento político que vive México, nos ayuda a establecer algunas ideas para la discusión y el debate de la compleja realidad del México de nuestros días. Veamos:

¿Por qué el regreso del PRI a 12 años de que fuera desplazado por el PAN?
“La hipótesis más obvia es que el PRI ha realizado una campaña profesional con un candidato muy efectivo, el PAN ha cometido innumerables errores y su Gobierno muestra desgaste, y la vieja izquierda ha contribuido a atomizar el voto anti-PRI pero las razones son más complejas. Lo primero que sobresale es que, a los ojos de una ciudadanía frágil como la mexicana, la llegada a la democracia no produjo los bienes públicos que se esperaron, sino mas bien un desencanto que se asocia a un voto de castigo contra el partido que ayudó a hacerla posible".

¿Cómo fue que fallaron los panistas en la conducción del gobierno como para durar tan pocos años en el poder?
“La primera presidencia panista (2000-2006) en ese sentido no supo o no quiso invertir su enorme capital político y transformarse, es decir dejar de ser oposición, volverse Gobierno y responder, al menos en parte a lo que no solo sus votantes sino también quienes sin preferir esa opción partidista, esperaban de la nueva administración”. 


¿Qué tanto de lo que hoy vemos les fue heredado por el PRI, contrastando con la tesis de Vicente Fox de los 70 años perdidos? 
“México tuvo su perestroika durante los años noventa. Cuando el PRI perdió finalmente el poder ya había cambiado radicalmente al país hasta dejarlo irreconocible, realizando reformas que la mayoría de países del antiguo bloque comunista aún no ha efectuado (...) Hay bastante por hacer. El problema es que mucho de lo que hay no es visible ni dramático ni rápido de ejecutar. La parte más gruesa ya había sido realizada por el PRI”. 


Desde su perspectiva, ¿Por qué han sido mal evaluados los gobiernos del PAN en tan poco tiempo de ejercicio, a pesar de la enorme publicidad? 
“De hecho, el relativo fracaso de la presidencia de Vicente Fox tuvo su expresión más evidente en el estrecho margen (0.56%) con que el siguiente candidato panista, Felipe Calderón, venció en 2006 a Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática y hoy, nuevamente aspirante de la izquierda mexicana”. 


¿Y con Felipe Calderón? 
“Una segunda razón es que la falta de crecimiento económico, la profundización de la inequidad y la delicada situación nacional en materia de inseguridad y violencia han agudizado la percepción de que el país va mal. Una encuesta de abril de este año, por ejemplo, reveló que el 78% de los mexicanos piensa que la situación política, económica y de seguridad es peor que antes; un sentimiento que no corresponde del todo a los hechos, pero que en una campaña electoral es letal”. 


¿Y los informes optimistas del gobierno de que en la economía mexicana todo está muy bien porque los indicadores macroeconómicos (las reservas, la deuda externa, el intercambio con el exterior) así lo indican? 
“Pero México no crece. La economía lleva 10 años con una tasa anual menor al 2%, el ritmo de generación de empleos formales, que anda por los 400 mil cada año, es sumamente lento frente al millón de nuevos puestos de trabajo que se necesitan, y la inequidad es palpable: mientras que la distancia media del ingreso entre el más rico y el más pobre en los países de la OCDE es de nueve veces, en México es de 26". 


¿Y el papel del PRI en estos años? 
“El PRI, por su parte, aprovechó en todos estos años la inexperiencia de gobierno y la falta de vocación de poder del PAN, no solo para recuperar terreno electoral en el país, gobernar en dos tercios del territorio y ocupar la mayoría en la Cámara de Diputados, sino sobre todo para regular o decidir en la práctica los principales componentes de la agenda política y galvanizar sin mella alguna su cohesión interna, atraído por el formidable incentivo de regresar a la presidencia mexicana”. 


¿El PRI cambió? ¿Se adaptó a las circunstancias? ¿Mejoró su oferta hacia la sociedad aprovechando los errores de los gobiernos panistas? 
“Parte del resurgimiento se explica además porque el PRI se ha conducido con un pragmatismo puro y duro. Por un lado aprovechó un marco jurídico institucional y político que en esencia es el mismo que cuando gobernaba y vio plácidamente como se desmoronaban las presidencias panistas y dejaban un vacío, en especial a escala regional, que fue directamente ocupado por los liderazgos priistas. Y por otro, permitió que sus distintas corrientes, antes administradas por un presidente fuerte y ahora dispersas entre los liderazgos territoriales, navegaran entre políticas, acciones y programas heterogéneos e incluso opuestos entre sí, pero que aseguraban el equilibrio interno”. 


¿El PRI supo resolver sus dilemas existenciales como oposición? 
“Esta ambigüedad, consustancial al código genético del PRI, más que un problema fue una virtud: le permitió acomodarse a la coyuntura, evitar fracturas internas, agradar a porciones diversas del electorado y disolver las antiguas contradicciones de los años noventa”. 


¿Y qué requería para ser competitivo? 
“Lo único que el PRI necesitaba era un candidato estratégico que no repitiera el desastroso patrón con que compitió en las elecciones de 2006 y lo confinó al tercer lugar, y lo encontró en el gobernador del estado más importante del país, después de la Ciudad de México, y de una generación distinta”. 


¿El PRI pagó caras sus facturas? 
“Más que un partido, el PRI ha sido un modo de hacer política, y ese modo conecta mejor con lo que el ciudadano supone que es una formación más experimentada para manejar los problemas actuales del país, en especial el de la inseguridad pública”. [...] “de otra, como presagió en 2000 Enrique Krauze cuando ocurrió la primera victoria del PAN: Un liderazgo nuevo e imaginativo puede descubrir la inmensa oportunidad que el PRI tiene enfrente: pagada la cuota de la derrota (y habida cuenta de que su balance histórico no es, ni remotamente, tan negro como el de sus remotos homólogos en la era comunista) la posibilidad de la alternancia operaría desde ahora a su favor” 


De triunfar el PRI en la próxima elección presidencial ¿Podría ser desplazado de nuevo en los próximos años si no se reforma? 
“Eso es justamente lo que podría ocurrir, y entonces el PRI afrontará un desafío central: Demostrar que quienes hoy lo personifican son política y moralmente diferentes; que cuentan con las credenciales adecuadas como para hacer un gobierno competente y eficaz, y que estarán en condiciones de ejecutar un programa de gobierno concreto, creíble y viable que permita alcanzar grandes objetivos a corto plazo”. 


Mi correo electrónico: bulmarop@gmail.com


Leído en: http://www.termometroenlinea.com/blogs1.php?artid=31610&relacion=termometroenlinea&columna=AN%C3%81LISIS%20POL%C3%8DTICO&cids=183

Jesús Silva-Herzog Márquez - La crítica pedestre

Jesús Silva-Herzog Márquez
Es absurdo pensar que las campañas electorales sean episodios de la deliberación pública. Así se les trata, como si fueran momentos en que la política se enfrentara al jurado razonante de la opinión. Las colisiones de una campaña tienen poco que ver con un torneo de razones donde sale avante el argumento más coherente, la propuesta más pertinente, la crítica más certera. En realidad, no hay momento político más adverso a la racionalidad que los tiempos de una campaña electoral. No me refiero ahora a la apuesta por la imagen, a la demagogia de los candidatos, a la política del espectáculo. Me refiero a la crítica pedestre, esa que impera en nuestro tiempo.

Hace unos días vi el video que preparó el movimiento #YoSoy132 para protestar contra Televisa. Los muros de la empresa se convirtieron en pantallas para mostrar la verdadera cara de la empresa. Una de las novedades, una de las aportaciones de esa protesta es precisamente lanzar su crítica a los medios y, en particular a esa televisora por su vínculo con la estructura del poder. El principio no podría ser más pertinente: denunciar una concentración que sin duda altera las condiciones de la vida democrática. Sin embargo, la crítica toma un atajo que la anula. En el video, Televisa aparece como una entidad al servicio de un régimen dictatorial que no ha modificado ni un milímetro su vileza. El régimen es idéntico al que existía en 1968: una mafia dedicada al aniquilamiento de sus enemigos, los estudiantes, los campesinos o los priistas que no acatan el mandamiento de la complicidad. Naturalmente, el trato de Televisa con ese sistema se mantiene en los mismos términos: el soldado al servicio del autoritarismo.

El video es, desde luego, una producción casera y, en el fondo, una denuncia pueril pero se trata de un síntoma de nuestra crítica: creer que las entidades políticas son esencias inalterables, que el auténtico libreto de la historia es el guión de una película de conspiradores que ocultan sus fechorías. Por mucho que cambien las leyes electorales, el Sistema seguirá siendo una estructura represiva a la que encubren eficazmente los medios de comunicación. Una tiranía bendecida por las telenovelas. Una explotación que comienza y acaba con la colonización de las mentes. La cabeza de los mexicanos ha sido a tal punto controlada por una empresa que un grupo de ciudadanos lobotomizados está dispuesto a votar por sus verdugos. Esa es la historia que nos cuentan y se cuentan y en estos momentos. La historia es, por supuesto, un elogio para quien la cuenta: relatarla en esos términos es describirse como el ciudadano que logró escapar de la caverna y ver la luz: sólo los ignorantes que siguen pegados a la televisión pueden seguir acariciando sus cadenas.

Lo curioso es que el video que comento confiesa involuntariamente el cambio que pretende negar. En el desfile de atrocidades que trenzan la complicidad del régimen y Televisa se menciona de paso el caso de Aguas Blancas. ¿Dónde se denunció la matanza de Aguas Blancas? En Televisa. Ahí, todavía bajo una administración priista, se exhibió el atropello en Guerrero. No rechazo, por supuesto, que se critique la cobertura de Televisa o sus tratos con el poder. Lo que creo indispensable es afilar la punta de la crítica para que logre su objetivo. La noción del dominio orwelliano de Televisa es simplemente absurda.

Lo mismo puede decirse del antipriismo pedestre que se escucha en tantos foros. No la crítica al PRI real, no la advertencia de los peligros probables, no la denuncia de sus tratos y sus costumbres, no la crítica a las lacras de su candidato sino la demonización del PRI como un sujeto históricamente irredimible, ontológicamente antidemocrático. Sólo los delincuentes y los manipulados podrían votar por el PRI, se dice; sólo el delito y la ignorancia podrían respaldar al PRI. Como a cualquier partido, al PRI le corresponden muchas críticas pero pensar que su historia (o el mito) lo nulifica como opción legítima de gobierno es un argumento inadmisible.

Me temo que la historia y la política no son películas de Oliver Stone. La política mexicana de hoy se parece muy poco a la política mexicana de hace veinte años. Que tenga muchos problemas no quiere decir que sean los mismos que tenía hace un par de décadas. Me sorprende por eso que se ataque al PRI más por sus fantasmas que por sus prácticas, como si la victoria de Peña Nieto significara el regreso de Díaz Ordaz... o el retorno de Carlos Salinas. Invocarlos como peligro es ignorar el presente, es renunciar a comprender nuestro tiempo para refugiarnos en una fantasía conspiratoria y maniquea. Es desatender la amenaza de carne y hueso temiendo a los espíritus. 

http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/
Twitter: @jshm00

Leído en: http://noticias.terra.com.mx/mexico/jesus-silva-herzog-marquez-la-critica-pedestre,482ca021d3ff7310VgnVCM3000009acceb0aRCRD.html







Ciro Gómez Leyva - ¿Cuántos puntos puede perder esta noche Peña Nieto?


Ciro Gómez Leyva

A juzgar por los números, la ausencia de Enrique Peña Nieto esta noche en el debate promovido y organizado por #Yosoy132 le costará poco. Quizá nada.
En la encuesta de seguimiento diario MILENIO-GEA/ISA, el candidato del PRI registraba 45.4 por ciento de las intenciones de voto el 11 de mayo (el viernes de la Universidad Iberoamericana). Dos semanas después (25 de mayo), cuando el impacto de la protesta juvenil alcanzaba su momento más notable, Peña Nieto solo había perdido 0.6 por ciento. Ayer marcó 45.7, porcentaje ligeramente superior al del viernes de pesadilla.
La primavera mexicana tampoco le ha significado nada a Andrés Manuel López Obrador. Tenía 25 por ciento el 11 de mayo, contra 25.1 de ayer. Estaba y está 20 puntos atrás del priista.
Lo mismo ocurre con Josefina Vázquez Mota. Tenía 25 por ciento entonces y 26 ayer. Hubo mucha excitación, ruido, fraseología, superstición, pequeños repuntes y caídas en la encuesta, pero el retrato de la tendencia es implacable. Todo lo que se movió ha regresado al sitio donde se encontraba por ahí del Día de las Madres.
El dato más significativo es el de los indefinidos. Ayer se situó en 13.5 por ciento, contra un promedio de 25 en aquellas jornadas de mayo. El efecto de la protesta juvenil se repartió en tercios: nadie ganó, nadie perdió.
Al parecer, la gente tiene decidido su voto para el 1 de julio. Siempre podrá ocurrir lo extraordinario que modifique dramáticamente la tendencia. En términos electorales, #Yosoy132 no lo fue.
Por eso creo que lo que pierda Peña Nieto esta noche, si es que pierde algo, será marginal. Así lo debe haber calculado. Dos dígitos de ventaja permiten pensar las cosas dos veces.

Ricardo Alemán - ¿Que pasará si pierde AMLO?

Ricardo Alemán
La duda aparece en todas las mesas donde se platica, discute y comenta sobre la cercana jornada electoral presidencial.

¿Y si pierde Andrés, que pasará? ¿Bloqueará Reforma y el Zócalo? ¿Gritará que hubo fraude? ¿Encabezará una revuelta..?

Pero las anteriores interrogantes son expresiones suaves. En realidad abundan las posturas extremas, como las siguientes: “¡si hacen un nuevo fraude, ahora sí habrá madrazos..!”. “¡No vamos a aceptar otro fraude, porque nos vamos a las armas..!”. Y muchas otras por el estilo.

Pero lo cierto es que a nadie debiera sorprender que se escuchen esas y otras expresiones extremas. ¿Por qué? Porque durante meses en plazas de todo el país el candidato de las izquierdas ha arengado sobre un eventual fraude, sobre las supuestas mentiras de las encuestas; sobre la fabricación artificial del candidato del PRI y sobre un IFE dizque inservible, entre otras linduras que ponen en duda todo el sistema electoral mexicano.

Y como es natural –a pesar de lo que señalan casi todas las encuestas– los simpatizantes de López Obrador dicen que no hay duda que el candidato presidencial de las izquierdas resultará ganador la noche del 1 de julio.

Como también es entendible, los seguidores de las izquierdas dudan o, de plano, descreen de las encuestas, sobre todo de aquellas que colocan como puntero al priísta, Enrique Peña Nieto, y que dan entre 13 y 15 puntos porcentuales de ventaja sobre López Obrador.

Y, como es normal, los enamorados de AMLO confían ciegamente cuando, en la plaza o en entrevistas, jura y perjura que –según sus propias encuestas–, lleva una ventaja de dos o tres puntos sobre Peña Nieto; que se prepara un fraude, que EPN es un invento de las televisoras y… a pesar que no existe una fuente confiable de sus dichos.

Por eso, muchos creen que será perfectamente natural y entendible que si la noche del 1 de julio el IFE anuncia la victoria de López Obrador, en la contienda presidencial los simpatizantes, seguidores y enamorados de AMLO no sólo vivirán uno de los momentos más felices de su vida sino que –seguramente–, no encontrarán elogios suficientes para reconocer la eficacia de las instituciones electorales y, claro, para aplaudir a la democracia mexicana.

De hecho, esa película ya la vimos y la vivimos los mexicanos. Vale recordar que el mismo día de la elección presidencial de julio del año 2000, y al momento de emitir su voto, el entonces candidato presidencial, Vicente Fox, pronosticó por enésima ocasión que el gobierno en turno, el de Ernesto Zedillo, preparaba “un escandaloso fraude”.

Horas después, cuando el IFE dio a conocer la victoria del PAN y del candidato Fox, entonces ya nadie se acordó del supuesto fraude, ya nadie quiso ver las “evidencias” del fraude y nadie se acordó de las trampas. Eso sí, todos aplaudieron a esa nueva maravilla que era el IFE y vitorearon la “transición de terciopelo” a la mexicana. ¿Qué fue lo que pasó?

Elemental, que los políticos de derecha como de izquierda en realidad son demócratas, pero “de dientes para afuera”. Es decir, que si ganan, entonces la elección es ejemplar, pero si pierden, las instituciones son un cochinero y se prestaron para un horrible fraude. Eso lo vimos con AMLO, cuando luego de su derrota en 2006 desconoció la elección, a pesar de que el presidente del PRD, Leonel Cota, firmó un pacto para aceptar el resultado electoral.

Por eso la pregunta. ¿Qué pasará si pierde el candidato López Obrador; si el voto mayoritario resulta adverso a su causa?

Pocos creen que se comporte como un demócrata –y que acepte su eventual derrota–, sobre todo porque durante meses, parte fundamental de su campaña se ha centrado en exaltar los ánimos de sus seguidores hasta llevarlos a un estado emocional delirante que ya hoy los hace pensar que no hay más que dos alternativas posibles la noche del 1 de julio. ¿Cuáles son esas alternativas?

Uno. Que la elección sea ganada por Andrés Manuel López Obrador y que, por tanto, el IFE y todas las instituciones así lo reconozcan. Y...

Dos. Que todos los poderes se confabulen para arrebatarle la elección y la presidencia a AMLO, con la ayuda del IFE, de las televisoras, los medios, empresarios, las fuerzas astrales y, en una de esas, hasta con la ayuda del “Planeta de los Simios”.

¿Quién será capaz de contener toda esa frustración, producto de un engaño monstruoso? ¿Quién será capaz de convencer a esos millones de mexicanos –en su mayoría ciudadanos de buena fe–, que habrían sido engañados y a los que nadie les ha explicado que en democracia se pierde y se gana? Sin duda que alguien juega con fuego. Al tiempo.

Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/que-pasara-si-pierde-amlo

Sergio Sarmiento - La abstención

Sergio Sarmiento
"Un abstencionista total es uno que se abstiene de todo menos de la abstención". 
 Ambrose Bierce 

La experiencia nos dice que el PRI tiene mejores desempeños en las elecciones con baja participación ciudadana.

En 2009 se registró una abstención de 55.39 por ciento en las elecciones federales para diputados. Varios factores coincidieron para que esto ocurriera. Uno de ellos fue el desinterés por un proceso en el que no se escogía a un Presidente, en un país que pese a la democratización se sigue pensando que el Presidente es quien toma todas las decisiones. Otro de los factores fue la campaña por el voto nulo. Ésta hizo que, por primera vez en la historia, se registrara un total de 5.4 por ciento de votos anulados. Mucha gente, sin embargo, reaccionó ante la campaña simplemente no presentándose a votar.

En ese 2009 el PRI por sí solo obtuvo 12.7 millones de votos, el 38.9 por ciento. Si se suman los 2.2 millones del Partido Verde, el porcentaje de la alianza sube a 45.8 por ciento.

En el 2006, cuando sí hubo una elección presidencial intensa y competida y no hubo campaña para anular sufragios, la abstención fue de 41.45 por ciento (y el voto nulo de 2.16 por ciento). En ese año el PRI y el Partido Verde tuvieron que conformarse con un tercer lugar con solamente el 22.3 por ciento de los votos.

En un principio pareció que en este 2012 habría también poca participación del electorado. Ni la precampaña ni la campaña generaron entusiasmo de la población. Los millones de spots de partidos, candidatos e instituciones electorales produjeron apatía. Ninguno de los candidatos parecía haber prendido entre los electores.

Sin embargo, los dos debates presidenciales de las últimas semanas, el movimiento #Yosoy132 surgido originalmente en la Universidad Iberoamericana y la intensa batalla entre simpatizantes de los distintos candidatos en las redes sociales han ido calentando la contienda. Si bien es muy difícil prever el nivel de abstención, hay buenas razones para pensar que se logrará una buena participación. Esto afectará al PRI.

No es un misterio que el PRI logre mejores desempeños cuando hay baja participación. El PRI es el único partido que cuenta realmente con una estructura corporativista en todo el país. El PRD la tiene en el Distrito Federal, pero no en otras entidades. El PAN ha sido siempre un partido sin estructuras. De hecho, los priistas lo han menospreciado en el pasado al considerarlo como un "partido de mercadotecnia". Su capacidad de sacar el voto es pequeña o nula.

Los líderes priistas pueden sacar el voto a través de organización, acarreo o abierta compra del sufragio. Esta capacidad, sin embargo, tiene un límite. Por ello el PRI tiene un desempeño mucho mejor en elecciones con menor participación.

En buena medida el resultado de este 1o. de julio dependerá de los jóvenes. Las encuestas y los resultados de otros años sugieren que el voto de personas de más edad ya está definido antes de una campaña y suele beneficiar al PRI o al PAN. Pero los jóvenes, que favorecen al PRD, son también el grupo de la población que menos vota. El movimiento #Yosoy132 ha hecho que surja la idea de que habrá una gran participación de los jóvenes. No estoy tan seguro porque pienso que ese movimiento es bastante minoritario. Pero de lo que no queda duda es que una mayor participación de jóvenes ayudaría a López Obrador.

Las encuestas miden la intención de voto pero no la posible participación. Si el interés en los comicios sigue creciendo, y se obtiene una menor abstención, será más difícil para el PRI lograr el triunfo que las encuestas han previsto hasta este momento.

TRIUNFO DEL EURO

El apoyo en las elecciones de ayer en Grecia por el partido conservador, Nueva Democracia, parece haber sido suficiente para formar gobierno con el socialista Pasok y dejar de lado a los radicales de izquierda y de derecha. Esto permitiría algún acuerdo con los acreedores para mantener el rescate... y al euro como divisa del país.

Twitter: @sergiosarmient4

Leído en: http://noticias.terra.com.mx/mexico/sergio-sarmiento-jaque-mate-la-abstencion,7f9aa021d3ff7310VgnVCM3000009acceb0aRCRD.html

Jacobo Zabludovsky - Víspera peligrosa

Jacobo Zabludovsky
Estamos a menos de dos semanas de la votación, cuando los nervios se convierten en malos consejeros, las angustias desalojan a la prudencia y las provocaciones se multiplican. Ninguna amenaza crece tanto como la que surge en ese lapso que llamamos las horas antes o los días previos.

Se han dado los primeros síntomas de una alteración de la paz en distintos lugares del país: en Tepeaca, fue golpeado el automóvil de Enrique Peña Nieto al terminar un mitin en la plaza pública; en Chiapas, fue asesinado un brigadista del PAN, presuntamente por un candidato del PRI a una presidencia municipal; con rara simultaneidad los actos de violencia registran un aumento. Según José Luis Prado Maillard, director de la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León: “Los municipios son las zonas más vulnerables […] toda vez que no sólo se elige al presidente de la república, sino a diputados locales y presidentes municipales, personajes que son piezas clave en la operación ilícita de las organizaciones criminales”.

En épocas de crispación como la que vivimos, basta una chispa para iniciar un incendio. La intransigencia del sacristán en un detalle insignificante, durante una bendición, generó el mitote más mencionado de la historia de México, en Amozoc, durante 1797, cuando se enfrentaron vecinos de barrios rivales que, según versiones, se dieron hasta con los Cristos que llevaban, riña tan enconada que Manuel Flor de la Cadena, intendente de Puebla, prohibió la continuación del ritual en esa parroquia. Desde entonces, se dice de las reuniones que terminan en batalla campal que acabaron “como el rosario de Amozoc”. No vayamos a concluir igual o peor.

La noche del 23 de agosto de 1572, en París, varios acontecimientos que aislados no presagiaban un final desastroso crecieron como una bola de nieve, se multiplicaron y condujeron al estallido de una de las guerras religiosas más crueles y sangrientas en la historia europea, a partir de la matanza de hugonotes que se extendió a toda Francia durante largos días y es tristemente famosa como la Noche de San Bartolomé. No es para que nos pongamos solemnes y catastrofistas, aunque no debemos olvidar que todos supieron cómo empezaron estos conflictos, pero nadie imaginaba cómo terminarían.

Si en México los candidatos a tantos puestos de tan diversa importancia velan sus armas, es lugar común y obligado recordar el capítulo donde don Quijote veló las suyas en una venta “que se le representó que era un castillo con sus cuatro torres y chapiteles de luciente plata”, porque es, otra vez, el caso de algo comenzado de manera festiva y terminado en paliza que por poco le cuesta la vida al arriero descuidado que movió las armas del caballero andante, quien luego “alzó otra vez la lanza y, sin hacerla pedazos, hizo más de tres la cabeza del segundo arriero, porque se la abrió por cuatro”. Así se las gastaba el viejo hidalgo, y como en la fantasía son las historias de la gente.

No juguemos con fuego en la imaginación ni en la vida real. Con tantos fierros en la lumbre no será difícil que se nos haga bolas el engrudo: sufrimos la guerra contra narcos y otros delincuentes, la transición de un gobierno a otro que suele ser traumática, el enjuiciamiento de políticos, militares y líderes obreros, la crisis económica mundial con sus efectos en México y el acomodo febril de quienes temen perder, con un cambio de gobernantes, los privilegios acumulados durante muchos años. Hay un caldo de cultivo grato a toda clase de microbios.

La efervescencia juvenil de las últimas semanas, en las principales universidades mexicanas, no ayuda a la tranquilidad porque los estudiantes son presa codiciada de toda la infinita caterva de pillos agazapados en los rincones. El movimiento ha dado pruebas de solidez y los jóvenes se muestran maduros en sus posturas y en la forma de exigir atención a sus problemas. Pero, cuidado.

Esta recta final es la más difícil en una lucha electoral. Se queman los últimos cartuchos y algunos se juegan el todo por el todo. La guerra sucia se hace peor y en un final de fotografía los candidatos y sus partidarios echan mano de los recursos extremos, tan inesperados a veces como perversos. No es labor exclusiva de las autoridades la de impedir violencia y trampas. Es trabajo de todos nosotros llevar a buen fin lo que de buena manera se ha conducido desde el inicio de las campañas.

Hagamos la tarea no sólo a favor de nuestros candidatos, sino en beneficio de una estructura democrática cada vez de mayor alcance, donde cada voto cuenta y su validez no depende del capricho de mafiosos. Ésta es una magnífica oportunidad para cada uno nosotros.

Leído en: http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=15&idTitulo=173744

Augusto Monterroso - La fe y las montañas

Augusto Monterroso
(1921-2003)

La fe y las montañas

Al principio la fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.

Pero cuando la fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.

La buena gente prefirió entonces abandonar la fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio.

Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de fe.

Leído en: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/monte/am.htm