miércoles, 18 de abril de 2012

AMLO y los privilegios fiscales, una amenaza para los pobres. Por Andrés González.

El día de ayer en la ciudad de México, Obrador en un mitin dijo que de llegar a la presidencia se acabaran los privilegios fiscales para fortalecer la economía nacional, es una idea bastante coherente y llena de un dinamismo que de llevarse a cabo sin lugar a dudas fortalecerá la economía nacional…A COSTILLAS DE QUIENES MENOS TENEMOS.

En México, como en muchos países, los que más tienen son los que gozan de privilegios fiscales como estar exentos del pago de impuestos (AMLO NO PAGA EL IMPUESTO A LA RENTA) tanto ellos como sus empresas y eso es algo denigrante y bastante injusto.

En nuestro país la gasolina y la luz gozan de subsidios federales, es decir, quienes usamos la gasolina y la luz gozamos de privilegios fiscales al NO pagar en forma completa lo que valen esos servicios tan indispensables, para los que desconocemos eso les dejo lo siguiente:

Obrador ofrece quitar el subsidio a la luz y a la gasolina, aunque no lo dice con esas palabras, pero es fácilmente reconocible para quienes como en mí caso, preguntamos e investigamos las promesas de los candidatos, AMLO dice que ajustara el presupuesto nacional en 800 mil millones y sin lugar a dudas para lograrlo deberá quitar el subsidio a la gasolina y a la luz.

Yo les pregunto a quienes hace unos meses pusieron el grito en el cielo cuando el litro de gasolina aumento 1 peso ¿están de acuerdo en que a la gasolina y a la luz se les quite el subsidio afectando de esta manera a quienes menos tenemos?
Pero en fin, esa es otra promesa populista de Obrador.

Marín - Al menos dieron función.


El sainete callejero que protagonizaron ayer los cancerberos de Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota corrobora la perogrullada (con perdón de los payasos, trapecistas y animales) de que la política es un circo.
Aferrados a una idea que parecía genial, la de auditar los “compromisos incumplidos” por el ex gobernador del Estado de México (y puntero en la carrera presidencial), los panistas quedaron exhibidos como ignorantes de la diferencia que hay entre un distribuidor vial y un simple puente.
Peor aún: con los chiflidos y gritos reventadores de sus porras, alfombraron a los priistas el camino de una salida “honrosa”, proclamándose “agredidos” y privados de oportunidad para “dialogar civilizadamente”.
La consigna “Peña no cumple” parecía ser la más fuerte apuesta de los asesores de Vázquez Mota para remontar las preferencias electorales que mantienen a la candidata en un lejano segundo lugar.
Esa estrategia, sin embargo, con la jocosa función de carpa en el falso puente, como que se les desfondó…

Aguayo - ¿Por la tercera?

El Partido Acción Nacional da cátedra sobre campañas de "contraste" y guerra sucia. Le funcionaron en las dos últimas elecciones presidenciales. ¿Renovará sus laureles este año?

Es tradición mexicana difamar o denigrar al opositor. En 1940 grupos cercanos al partido oficial tacharon al general opositor Juan Andreu Almazán de ser un "peligro para la patria"; en 1954 los henriquistas acusaron a Adolfo Ruiz Cortines de traicionar a México sirviendo al yankee que invadió Veracruz en 1914; en 1988 bañaron de injurias y lodo a Cuauhtémoc Cárdenas.

En el año 2000 subieron de intensidad los ataques. En un sólido libro, Alejandro Moreno asegura que los "comerciales y mensajes negativos" nunca habían tenido tal magnitud. Y quien los utilizó con mayor enjundia fue Vicente Fox, que se excedió en la ridiculización de sus dos principales opositores: entre otros calificativos describió a Cárdenas como "sacón", "timorato" y "collón" y a Francisco Labastida como "hombrecillo", "mariquita" y "mandilón".

En 2006 subieron los decibeles. El 12 de marzo Felipe Calderón desencadena una ofensiva sin precedentes contra Andrés Manuel López Obrador. Ese día las televisoras difundieron en horario estelar el spot "Ladrillos"; Antonio Solá ha reconocido que ese anuncio era la matriz de la cual nacía la tesis de que Andrés Manuel era un peligro para México. Ese mensaje sería reforzado y machacado con spots, declaraciones, mensajes en internet, etcétera. Como "Ladrillos" se basaba en falsedades fue declarado ilegal por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Lograron que el miedo cundiera y, en parte por ello, AMLO perdió.

Este año el PAN quiere refrendar su calidad de "sensei" (dícese en Japón de las personas doctas en alguna disciplina) del contraste. El 14 de abril empezaron oficialmente la ofensiva difundiendo un anuncio con la tesis de esta campaña: Enrique Peña Nieto es un mentiroso, una afirmación que ya habían fundamentado en seis boletines difundidos por el PAN entre el 15 de marzo y el 11 de abril y en una entrevista de Roberto Gil con Denise Maerker.

La respuesta inicial del PRI fue ligera, como que no se tomaron en serio el ataque. Difundieron un comunicado, varios dirigentes dieron una conferencia de prensa y transmitieron un spot con el mismo mensaje: Josefina es una falsaria porque asegura haber gestionado la instalación de 3 millones de pisos firmes cuando cifras oficiales la desmienten. Al igual que López Obrador en 2006, Peña Nieto ha respondido con desdén: él no se va a "distraer en responder las provocaciones de otros partidos", él no va a "dividir a México" como lo hicieran los otros en 2006.

A diferencia de AMLO en 2006, el equipo de Peña Nieto respondió muy rápido y el 16 de abril retó a la dirigencia panista a sentarse frente a una "mesa de la verdad" en donde cara a cara aclararían si Peña Nieto cumple sus promesas. Cuando enviaba este texto a la mesa de redacción, el PAN y el PRI seguían peleándose por el lugar como si buscaran excusas para evitar el trago de decirse sus verdades públicamente. Al final se dio un breve encuentro pero no se despejó el enigma de si Enrique Peña Nieto es o no un mentiroso. Según indicadores bastante serios que cité en la columna "Verbos y cifras", su gestión como gobernador del Estado de México fue bastante mediocre.

Imposible anticipar el día de hoy el impacto del posible encontronazo entre el PAN y PRI debajo de algún puente mexiquense o si seguirán lanzándose fintas mientras nos aburren con sus insulsos monólogos; difícil saber si López Obrador está acertando en su decisión de ubicarse como el candidato de la mesura y la sensatez o si terminará poniéndose los guantes como el fajador que es. De todo ello dependerá que el PAN ratifique sus laureles de campeón de las campañas de contraste y del juego sucio. Tercera llamada, comenzamos.



LA MISCELÁNEA

Las leyes federales prohíben colgar propaganda en el equipamiento urbano (postes, semáforos, puentes, etcétera). Como hubo protestas ciudadanas, los candidatos al Senado por la capital Alejandra Barrales y Mario Delgado respondieron descolgando su propaganda y comprometiéndose a una campaña limpia. Reconforta su civilidad.

El Partido del Trabajo (PT), por el contrario, se empeña en ensuciar partes de la ciudad con sus pendones. Una petición para Andrés Manuel: ¿podrías convencer a Beto Anaya, líder histórico del PT, de que cumpla con la ley y durante esta campaña nos dé un anticipo de ese "cambio verdadero" que según ellos "está por venir"?


Citas: Alejandro Moreno, La decisión electoral. Votantes, partidos y democracia en México, 2009; la entrevista con Solá está en Fernando Rudy Hiller, "En busca del voto del miedo: la construcción mediática de López Obrador como peligro para México en la campaña 2006", tesis de Maestría, El Colegio de México, 2009. El resto de citas proviene de fuentes diversas.

Comentarios: www.sergioaguayo.org; Twitter: @sergioaguayo; Facebook: SergioAguayoQuezada
Colaboraron Rodrigo Peña González y Maura Roldán Álvarez.

Leído en http://www.reforma.com/editoriales/nacional/654/1306097/


 

Ciro - La zacapela de ayer y el 'final de López Obrador'


Creo que la gran ganadora de la zacapela de ayer en Tlanepantla fue la elección presidencial. 
Hacía falta un poco de picaresca, un poco de show tenso pero blanco. Priistas y panistas la aportaron al pie de un puente que, bien a bien, ya nadie sabe si es un distribuidor vial ni a qué compromiso cumplido o incumplido corresponde.
No importa que la “mesa de la verdad” se interrumpiera casi al comenzar, ni los gritos y sombrerazos. Lo esencial es que el PAN ya logró fijar en el debate el tema de las promesas notariadas de Enrique Peña Nieto. Y que el PRI, en vez de tirarse al cinismo, ponga a su plana mayor a documentar que su candidato presidencial sí cumplió y cumple. Eso es una campaña.
Sobre López Obrador
Con razón, simpatizantes del candidato de las izquierdas reclamaron que en mi texto de ayer sentenciara, con base en las encuestas, el final de Andrés Manuel López Obrador.
Debí ser más preciso y escribir que era el final electoral. Coincido con ellos en que su inexorable derrota en julio no tiene por qué marcar el término de su actividad política, de su lucha social. Se trata de una de las grandes figuras públicas de la historia contemporánea de México. Tiene personalidad y peso propios. Y apenas ronda los 60 años de edad. Tareas por hacer no le faltarán. Su voz seguirá sonando y será escuchada.
No creo, en cambio, que las circunstancias le reserven una tercera oportunidad para buscar la Presidencia de la República. Y como no lo veo candidato a una diputación en 2015, concluyo que lo que está llegando a su fin es la carrera electoral de López Obrador: el hombre que en 2006, dirían los poetas, tuvo la victoria en sus manos, la sintió amarga y la injurió.
Leído en http://www.vanguardia.com.mx/lazacapeladeayeryelfinaldelopezobrador-1267287-columna.html

Rocha - Flechazos cruzados

Para empezar, ¿quién va ganando? Parece, lo sé, una pregunta ociosa cuando la absoluta totalidad de las encuestas señalan que se trata de Enrique Peña Nieto, quien se perfila inevitablemente a ser presidente de México. Es más, la mayoría de esos sondeos sitúan al priísta alrededor de 50% de las preferencias, a Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN, en torno a 30% y al candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador circundando 20%. Y según estas mismas encuestas llevan así casi un mes y con pocas perspectivas de movimientos bruscos, lo que estaría prefigurando una contienda más aburrida que una liguilla sin mis Pumas.     

Pero hete aquí que aparece doña María de las Heras –en un tiempo oráculo infalible– para decirnos que no. Que la distancia entre Peña Nieto y Vázquez Mota es ya sólo de 8 puntos y que –todavía más espectacular– la candidata panista aventaja a López Obrador por tan sólo un punto: 38.9, 30.6 y 29.2 para ser exactos. Es más, la célebre directora de Demotecnia ofrece una tecniquísima explicación para demostrar que sus colegas encuestólogos andan equivocados al darle a Enrique 20 puntos de ventaja sobre Josefina y 30 sobre Andrés Manuel. 

Yo no sé quién tenga la razón. Pero lo que Demotecnia plantea es una elección cerrada, ya no de dos sino de tres y en la que todo acierto o tropiezo movería a cualquiera de los tres candidatos principales rápidamente hacia arriba o hacia abajo. ¿A quién creerle? 

Por lo pronto, y en su afán de acortar distancias, partidos y candidatos insisten en darse con todo. Es el caso del PAN, porfiando en su campaña de “Peña es un mentiroso”, con tan mala fortuna que equivocan el lugar y la obra inconclusa del candidato del PRI. ¿De verdad no hay nadie que les regale un despertador, una brújula, una bebida energética y una Guía Roji? Una campaña dentro de la campaña. 

A propósito, los factores para que se mantenga el statu quo y Peña Nieto llegue a la Presidencia no parecen tan complicados: que nadie se mueva; menos él, administrando su ventaja, evitando los territorios comanches y enconchándose en el debate; que Josefina siga enredada entre los hilos de Los Pinos, su partido y su propio equipo de campaña… el tiempo como agua entre las manos; que Andrés Manuel siga atrapado en medio del movimiento pendular que lo ha llevado de la toma de Reforma y al diablo con las instituciones a la república amorosa y al perdón absoluto aun a quienes lo dañaron, no sólo a él, sino a la nación entera. 

En cambio los elementos para dinamizar la contienda son más complejos: que Josefina se desmarque al fin del yugo calderonista y establezca su distancia y si es posible, su ruptura; que Andrés Manuel arriesgue el pellejo una vez más y retome el discurso de la chispa beligerante –que no necesariamente violenta– que muchos de sus seguidores, ahora indecisos, le extrañan. 

Por su parte, Enrique tendría el incentivo de no sólo mantenerse en la punta, sino de construir un verdadero liderazgo que le diera la legitimidad necesaria en caso de llegar a la Presidencia, sin necesidad de “quiñazos” como el de Salinas o guerras antinarco como Calderón. 

Por supuesto que faltan los debates que, sin embargo –y dada la rigidez pactadamente convenenciera–, no parece que cambiarán dramáticamente las perspectivas por sí mismos. Vamos a ver. 

Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/flechazos-cruzados

Francisco Rodríguez - Saqueo en fideicomisos


Al frente de la Administración Pública federal, los panistas encontraron la vía para saquear al erario público. Ha sido a través de los fideicomisos que entidades y organismos gubernamentales “han podido disponer de recursos públicos sin vigilancia y supervisión alguna por parte de los órganos de control del Estado. Ello ha provocado múltiples irregularidades en la gestión pública y llegado a generar importantes daños patrimoniales a través de gastos discrecionales, desvío de recursos y conspicuos casos de corrupción”, al decir de la investigadora Irma Eréndira Sandoval, investigadora de la UNAM y coordinadora del Laboratorio de Documentación y Análisis de la Transparencia y la Corrupción.   

Cita como ejemplo que, tan sólo en el sexenio foxista, el gobierno Federal constituyó más de 150 fideicomisos “que por desgracia, en su gran mayoría, no cuentan ni con el control ni con la supervisión adecuados”. Al cierre de 2007, ya con el nuevo inquilino en Los Pinos, ese número se aproximó a 700.

Fue a finales de ese primer año del malhadado sexenio calderonista que, también como ejemplo, 120 mil millones de pesos no ejercidos en los presupuestos de egresos correspondientes a ese ejercicio fiscal fueron “transferidos” a esos oscuros fideicomisos de los cuales nadie sabe, nadie supo. Y así, cantidades cada vez mayores, en 2008, 2009, 2010 y 2011.

Y ahora, de acuerdo a una denuncia pública de Jorge Manrique, rector del Colegio Jurista, se confirma que muchos de los recursos públicos también son desviados a fideicomisos privados del todo fraudulentos, lo mismo que a fundaciones apócrifas que “proliferan en México durante la época electoral”.

De ello se da una bien documentada cuenta en el libro del respetado periodista José Reveles Las Manos Sucias del PAN (Planeta, 2006) –desvío de la Sedesol, entonces a cargo de la hoy candidata Josefina Vázquez de 55 millones de pesos para vivienda rural a una organización fantasma que los trianguló hacia los diputados panistas– y en cuyo prólogo escribe el historidado y politólogo Lorenzo Meyer que “esos recursos… se desviaron mediante la intervención de una organización fantasma para servir a fines proselitistas del Partido Acción Nacional. Y la investigación no sólo expone los mecanismos del desvío sino los nombres y apellidos de los posibles responsables de ese mal uso de fondos públicos: miembros del grupo parlamentario del PAN.”

Sucedió en 2006. Vuelve a presentarse este saqueo ahora.

Pero esos fideicomisos fraudulentos, esas asociaciones y fundaciones fantasmagóricas que se crean al calor político de las campañas, de acuerdo a Manrique, también se nutren de recursos empresariales: “Actualmente existen 40 mil 089 fundaciones y prácticamente el 17% de ellas, que asumen una misión cultural, desvían fondos para apoyar a los partidos políticos”.

Y el IFE, como el chinito. No’más milando los excesos económicos, sin que hasta ahora haya sanciones por los excesivos gastos en las campañas del PRI y del PAN.

De acuerdo a Manrique, resulta muy fácil dar de alta a una asociación civil en el país. Los requisitos se limitan a presentar acta constitutiva y estatutos en una notaría pública y el costo oscila de seis a diez mil pesos. Si se asume que son organizaciones de primer piso, que atienden directamente a comunidades, pueden expedir recibos de honorarios deducibles de impuestos.

La opacidad financiera de fundaciones, fideicomisos, comisiones y ONG’s en general se emplea para fondear candidaturas políticas y formar cuadros de activismo electoral como promotores del voto.

La triangulación financiera es una realidad en tiempos electorales. Lo inédito ahora es que a la luz del díase comisione a funcionarios de nivel alto y medio en funciones partidistas para apoyar a candidatos predeterminados”, refirió Manrique.

Aunque estos métodos ilícitos se establecen en todos los partidos políticos, en la administración panista de Vicente Fox se operaron 781 fideicomisos con un total de 308 mil 634 millones de pesos en 2003, y aunque a partir del año siguiente se redujo paulatinamente el número de esos fondos, su disponibilidad aumentó hasta alcanzar 505 mil 758 millones de pesos en 2008, segundo año del sexenio de Calderón.

Al cierre de 2010 se tenían registrados 369 fideicomisos con un monto de 335 mil 989 millones de pesos.  Dicho volumen de recursos representó 10.5 por ciento del gasto neto total autorizado por la Cámara de Diputados para ese año.

Durante los últimos años, el gobierno federal crea múltiples fideicomisos, ya que el secreto fiduciario les permite operar de manera discrecional y al margen del control presupuestario. Incluso no existe una normativa contable suficiente, clara y precisa para el registro de los fideicomisos”, remarcó el rector.

Aseveró que el método empleado es perverso: se crea un fideicomiso con dinero del erario, se instala un  consejo de administración formado por  amigos del funcionario que promueve el fideicomiso, y si dichos amigos son a su vez miembros directivos de una organización civil,  mejor. La oportunidad para triangular los recursos llega cuando el consejo de administración del fideicomiso generosamente otorga un “donativo” a la organización civil en cuestión.

Ahora “todos los viejos trucos convergen en generar recursos para las campañas políticas y esto conlleva oportunidades importantes en el lavado de dinero”, como el que apoya la candidata Vázquez Mota, cada ocasión que la traiciona su subconsciente, ¿o no?

Índice Flamígero: ¿Qué más se podrán robar los panistas en los 227 días que aún le quedan a esta fallida y nada honrada Administración?

Leído en http://www.ejecentral.com.mx/saqueo-en-fideicomisos/

Hernández - Gatoprianismo

Hacer que todo se discuta para no discutir nada. Circo callejero para tratar de definir al ganador del Pinocho de la temporada, aunque a fin de cuentas los dos competidores sepan con toda seguridad que cada cual tiene los méritos suficientes para alzarse con el premio a la falsedad y la corrupción sexenalmente ejercidas. La profunda batalla por la definición técnica de lo que es un puente y lo que es una mentira (ingeniería filosófica electoral) deviene en un ejercicio porril del panismo contagiado de las ínfulas violentas de su máximo dirigente pinolero, mientras el priísmo asume el impensado papel de víctima y promete (esta vez sin notario que dé fe del compromiso) que no será causante de nacionales divisiones (pues aspira a retomar este año su larga carrera de aritméticas sustracciones). 

Peña Nieto ha hecho de sus ofertas ante fedatarios un rosario de mentiras, de una manera parecida a la que sus hoy impugnadores han practicado desde el Gobierno federal: De las manos limpias y la presidencia del empleo a la rapiña, la violencia institucionalizada y la agudizada falta de fuentes de trabajo. Tanto miente el que vivía en Toluca como el que lo hace en Los Pinos, pero lo que se busca es concentrar la atención nacional en dos contendientes susceptibles de entendimientos finales (a pesar del fragor de las reyertas necesarias del día) y desplazar a la tercera opción que navega con bandera de amorosidad recientemente revelada. La “mesa de la verdad” convertida en telenovela de pasiones y desenlaces previsibles, con los primeros actores (Madero, Gil, Joaquín Coldwell, Videgaray) saliendo de sus foros, siempre bajo control, a las eventualidades de la intemperie, corriendo riesgos de que la escenografía de cada consorcio acabase dañando o aplastando al otro (los imponderables que se deben aceptar si se lucha por instalar un bipartidismo de posteriores comodidades compartidas).

Ganan todos, marca la pirinola ahora cuatricolor (verde, rojo, blanco y azul): El PAN avanza en su estrategia de golpear al puntero en la vulnerable franja de la credibilidad y con ello, cueste lo que cueste, cree ayudar a su candidata, colocada a prudente distancia de los estallidos y los sofocones, a remontar su largo decaimiento, mientras el PRI logra zafarse en lo inmediato de la trampa tendida a partir del incumplimiento de las promesas para contrapuntear acusando al panismo de violencia grave y autovacunándose contra posteriores “debates” (un ex funcionario del Estado de México, Gerardo Ruiz Esparza, aseguró ayer mismo que de no haberse conducido con prudencia el grupo tricolor frente a las agresiones panistas podrían haberse producido “cientos de muertes”: Si en diciembre de 2006 el PRI salvó a Calderón al apoyarlo en su toma de posesión, ahora cree salvar las elecciones y la viabilidad institucional por no haber respondido a lo que en términos generales sucede en momentos candentes de múltiples reuniones y asambleas ajenas a los pasteurizados modos priístas).

Y, sin embargo, lo que en realidad importa no está en la inflada discusión sobre la credibilidad de un mentiroso crónico que pretenden demostrar los personeros de un Gobierno federal igualmente mendaz y simulador. A fin de cuentas, el incumplimiento de las promesas firmadas ante notarios públicos es materia específica de los ciudadanos del Estado de México que, haiga sido como haiga sido, permitieron la continuidad del peñanietismo en la persona del afanoso Eruviel de las Chapitas, que hacendosamente busca medio arreglar a la carrera parte del tiradero dejado por el maniquí que ahora busca ser presidente de la República. Y, también a fin de cuentas, el incumplimiento de promesas, firmadas o no ante notarios, constituye también notoria parte del saldo del calderonismo trágico. 

En realidad, lo que puede afectar de manera trascendente al candidato presidencial priísta, y a los sueños de bipartidismo sobreentendido, son los gastos de campaña de Peña Nieto, pues según una auditoría ciudadana a la que ha convocado la campaña presidencial de izquierda, por la vía de Ricardo Monreal, hay pruebas firmes del despilfarro cometido por el partido de tres colores en un rubro, acaso uno de los de menor cuantía económica en al presupuesto real del peñanietismo, el de los anuncios espectaculares y otras formas de propaganda (paradores de autobuses, promocionales en salas cinematográficas, por ejemplo). Otro renglón altamente explosivo es el de la flotilla de aviones y helicópteros que usa el candidato priísta para sus desplazamientos, no sólo en razón del costo usual de esos servicios, sino incluso en cuanto a la propiedad real o disfrazada de esos vehículos y de las vinculaciones empresariales y políticas que podrían saltar mediante una investigación directa.     

Mientras PAN y PRI ensayan choques cuasipandilleros en un puente de Tlalnepantla, y discuten respecto a interpretaciones de corte geopolítico, en otras latitudes, demostrables físicamente, cuantificables por vía ocular, han sido cívicamente recopiladas las evidencias de que Peña Nieto ha rebasado sus topes de gasto de campaña en dos semanas, sólo tomando en cuenta estas pruebas que hoy dará a conocer Monreal en una conferencia de prensa al mediodía. Ya se verá si el IFE actúa con base en estos datos que le serán presentados formalmente, a sabiendas de que si en este país resplandeciera la justicia, y las leyes fueran obedecidas, a un partido que hubiera hecho tal gasto arrollador le correspondería la pérdida de su registro.

Astillas: El IFE ha desoído a los gestores priístas que buscaban que rápidamente fueran retirados los anuncios televisivos del PAN que denuncian a Peña Nieto como mentiroso. Si algo duele a EPN es la difusión en pantalla. Lo demás, le vale. En contraprestación, seguirán al aire los promocionales de EPN con sus “compromisos cumplidos”...Y, mientras AMLO se decide a dar a conocer la encuesta realizada por una Gran firma internacional en la que está en ruta de empate técnico con Peña Nieto, ¡hasta mañana!(fin)

Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/gatoprianismo

Alemán - PAN y PRD apoyan a Peña

En días pasados –el domingo 8 de abril–, nos ocupamos de algunos hechos que confirman que el PRI pudiera regresar al poder presidencial, no por la renovación del propio partido tricolor, sino por los errores, los horrores y las torpezas de políticos y gobiernos surgidos de la derecha y las izquierdas.

Dijimos en esa entrega que, el PRI de hoy, no es mejor o más democrático que el PRI de Salinas o Zedillo, por ejemplo. Pero también expusimos que, contrariamente a lo que ocurre en el partido tricolor, tanto el PAN de hoy como las izquierdas que nacieron apenas en las últimas dos décadas, tampoco representan los que llegaron a simbolizar en los tiempos de opositores al PRI.

Es decir, que la derecha del PAN y las izquierdas del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, parecen protagonizar un penoso fracaso cultural, ya que nacieron para echar al PRI del poder y, claro, para acabar con la cultura de la transa, la antidemocracia, el cochupo y muchas otras lindezas que representaba el viejo partido tricolor que, sin embargo, hoy podría estar de vuelta.

Sin embargo, hoy los gobiernos y los políticos de la derecha y las izquierdas se parecen tanto al PRI, que una mayoría de electores prefiere al original partido tricolor, no a sus malas copias en que se han convertido el PRD, PT y Movimiento Ciudadano. En pocas palabras, cada vez es más claro que si regresa el PRI al poder presidencial, no sería gracias a su renovación, sino a los desaciertos de sus opositores.

Pero si aún existen dudas, basta echarle una mirada a las fallidas estrategias electorales seguidas por los equipos de campaña de la señora Josefina Vázquez Mota y del señor Andrés Manuel López Obrador. En los dos casos, han convertido a Peña Nieto –el gobernador mexiquense–, en el centro de su actividad proselitista, en tanto que –en su calidad de candidato presidencial del PRI–, el propio Peña Nieto resulta beneficiario de las estrategias equivocadas de azules y amarillos. Se podría decir, incluso, que el PAN y la señora Vázquez Mota, además de las izquierdas y el señor López Obrador, se ha sumado alegremente a los muchos promotores de la campaña de Peña Nieto. ¿Por qué?

Primero, en el caso del PAN y de su candidata, han emprendido una campaña que quiere ser de desprestigio, respeto a las obras que Peña Nieto habría prometido que cumplió, pero que según el PAN, no cumplió. Está claro que Peña Nieto puede ser, en efecto, un mentiroso. Pero también es cierto que el PAN debe demostrar, de manera contundente sus dichos, de lo contrario, sólo estaría engordando la imagen y la campaña del mexiquense.

Y ese es precisamente el problema. El PAN encontró una supuesta veta para golpear a Peña, cuando descubrió que el candidato del PRI no habría cumplido 10, 20 o muchos más compromisos, de los 600 que prometió cuando era candidato al Estado de México. Sin embargo, la veta no era tan rica, y cuando anunció alegremente que iniciaría una campaña itinerante para demostrar las mentiras de Peña Nieto, el PRI le propuso “una mesa de la verdad”, para dirimir las acusaciones.

El PAN de Gustavo Madero aceptó de inmediato y condicionó que la “Mesa de la Verdad” se llevara a cabo en un puente sin terminar, que según los azules era uno de los compromisos no cumplidos. El PRI reviró que no, que el puente prometido, sí se cumplió, que el PAN se había equivocado y que la “Mesa de la Verdad” se llevaría a cabo precisamente en el compromiso cumplido. Al final todos saben lo que pasó; un circo de acusaciones mutuas y agresiones de azules contra tricolores.

Al final de cuentas lo importante no era la “Mesa de la Verdad”, sino que los azules fallaron en el mensaje y terminaron por convertir a Peña Nieto en víctima de una campaña negra. Eso sin contar con que la polarización entre los candidatos Peña Nieto y Vázquez Mota, manda el mensaje de que la pelea presidencial será sólo entre PRI y PAN. Es decir, que estaría liquidado el candidato López Obrador.

Sin embargo, el propio AMLO también parece empeñado en engordar la campaña de Peña Nieto. ¿La razón?, que el candidato de las izquierdas convirtió a Peña en tema de todos sus mítines, conferencias y entrevistas.

Que si Peña rebasó los topes de campaña, que si el IFE favorece a Peña, que si las televisoras están con Peña, que si el debate se hizo a modo de Peña, que si el copete de Peña, que si la telenovela de Peña…

En resumen, que las campañas del PAN y de la alianza PRD, PT y Movimiento Ciudadano, gravitan en torno a Peña, no en torno a Josefina y/o Andrés Manuel. Y eso, en la jerga de los estrategas electorales, es hacerle la campaña a Peña Nieto. Al tiempo.


Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/pan-y-prd-apoyan-a-pena

Oscar Wilde - El gigante egoísta.

Oscar Wilde
(1854-1900)
El gigante egoísta.


Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores luminosas como estrellas, y había doce albaricoqueros que durante la Primavera se cubrían con delicadas flores color rosa y nácar, y al llegar el Otoño se cargaban de ricos frutos aterciopelados. Los pájaros se demoraban en el ramaje de los árboles, y cantaban con tanta dulzura que los niños dejaban de jugar para escuchar sus trinos.

-¡Qué felices somos aquí! -se decían unos a otros.

Pero un día el Gigante regresó. Había ido de visita donde su amigo el Ogro de Cornish, y se había quedado con él durante los últimos siete años. Durante ese tiempo ya se habían dicho todo lo que se tenían que decir, pues su conversación era limitada, y el Gigante sintió el deseo de volver a su mansión. Al llegar, lo primero que vio fue a los niños jugando en el jardín.

-¿Qué hacen aquí? -surgió con su voz retumbante.

Los niños escaparon corriendo en desbandada.
-Este jardín es mío. Es mi jardín propio -dijo el Gigante-; todo el mundo debe entender eso y no dejaré que nadie se meta a jugar aquí.

Y, de inmediato, alzó una pared muy alta, y en la puerta puso un cartel que decía:

ENTRADA ESTRICTAMENTE PROHIBIDA 
BAJO LAS PENAS CONSIGUIENTES 
Era un Gigante egoísta... 

Los pobres niños se quedaron sin tener dónde jugar. Hicieron la prueba de ir a jugar en la carretera, pero estaba llena de polvo, estaba plagada de pedruscos, y no les gustó. A menudo rondaban alrededor del muro que ocultaba el jardín del Gigante y recordaban nostálgicamente lo que había detrás.

-¡Qué dichosos éramos allí! -se decían unos a otros. 

Cuando la Primavera volvió, toda la comarca se pobló de pájaros y flores. Sin embargo, en el jardín del Gigante Egoísta permanecía el Invierno todavía. Como no había niños, los pájaros no cantaban, y los árboles se olvidaron de florecer. Sólo una vez una lindísima flor se asomó entre la hierba, pero apenas vio el cartel, se sintió tan triste por los niños que volvió a meterse bajo tierra y volvió a quedarse dormida. 

Los únicos que ahí se sentían a gusto eran la Nieve y la Escarcha. 

-La Primavera se olvidó de este jardín -se dijeron-, así que nos quedaremos aquí todo el resto del año.  

La Nieve cubrió la tierra con su gran manto blanco y la Escarcha cubrió de plata los árboles. Y en seguida invitaron a su triste amigo el Viento del Norte para que pasara con ellos el resto de la temporada. Y llegó el Viento del Norte. Venía envuelto en pieles y anduvo rugiendo por el jardín durante todo el día, desganchando las plantas y derribando las chimeneas. 

-¡Qué lugar más agradable! -dijo-. Tenemos que decirle al Granizo que venga a estar con nosotros también. 

Y vino el Granizo también. Todos los días se pasaba tres horas tamborileando en los tejados de la mansión, hasta que rompió la mayor parte de las tejas. Después se ponía a dar vueltas alrededor, corriendo lo más rápido que podía. Se vestía de gris y su aliento era como el hielo. 

-No entiendo por qué la Primavera se demora tanto en llegar aquí -decía el Gigante Egoísta cuando se asomaba a la ventana y veía su jardín cubierto de gris y blanco-, espero que pronto cambie el tiempo. 

Pero la Primavera no llegó nunca, ni tampoco el Verano. El Otoño dio frutos dorados en todos los jardines, pero al jardín del Gigante no le dio ninguno. 

-Es un gigante demasiado egoísta -decían los frutales. De esta manera, el jardín del Gigante quedó para siempre sumido en el Invierno, y el Viento del Norte y el Granizo y la Escarcha y la Nieve bailoteaban lúgubremente entre los árboles. 

Una mañana, el Gigante estaba en la cama todavía cuando oyó que una música muy hermosa llegaba desde afuera. Sonaba tan dulce en sus oídos, que pensó que tenía que ser el rey de los elfos que pasaba por allí. En realidad, era sólo un jilguerito que estaba cantando frente a su ventana, pero hacía tanto tiempo que el Gigante no escuchaba cantar ni un pájaro en su jardín, que le pareció escuchar la música más bella del mundo. Entonces el Granizo detuvo su danza, y el Viento del Norte dejó de rugir y un perfume delicioso penetró por entre las persianas abiertas. 

-¡Qué bueno! Parece que al fin llegó la Primavera -dijo el Gigante, y saltó de la cama para correr a la ventana. 

¿Y qué es lo que vio? 

Ante sus ojos había un espectáculo maravilloso. A través de una brecha del muro habían entrado los niños, y se habían trepado a los árboles. En cada árbol había un niño, y los árboles estaban tan felices de tenerlos nuevamente con ellos, que se habían cubierto de flores y balanceaban suavemente sus ramas sobre sus cabecitas infantiles. Los pájaros revoloteaban cantando alrededor de ellos, y los pequeños reían. Era realmente un espectáculo muy bello. Sólo en un rincón el Invierno reinaba. Era el rincón más apartado del jardín y en él se encontraba un niñito. Pero era tan pequeñín que no lograba alcanzar a las ramas del árbol, y el niño daba vueltas alrededor del viejo tronco llorando amargamente. El pobre árbol estaba todavía completamente cubierto de escarcha y nieve, y el Viento del Norte soplaba y rugía sobre él, sacudiéndole las ramas que parecían a punto de quebrarse. 

-¡Sube a mí, niñito! -decía el árbol, inclinando sus ramas todo lo que podía. Pero el niño era demasiado pequeño. 

El Gigante sintió que el corazón se le derretía. -¡Cuán egoísta he sido! -exclamó-. Ahora sé por qué la Primavera no quería venir hasta aquí. Subiré a ese pobre niñito al árbol y después voy a botar el muro. Desde hoy mi jardín será para siempre un lugar de juegos para los niños. 

Estaba de veras arrepentido por lo que había hecho. 

Bajó entonces la escalera, abrió cautelosamente la puerta de la casa, y entró en el jardín. Pero en cuanto lo vieron los niños se aterrorizaron, salieron a escape y el jardín quedó en Invierno otra vez. Sólo aquel pequeñín del rincón más alejado no escapó, porque tenía los ojos tan llenos de lágrimas que no vio venir al Gigante. Entonces el Gigante se le acercó por detrás, lo tomó gentilmente entre sus manos, y lo subió al árbol. Y el árbol floreció de repente, y los pájaros vinieron a cantar en sus ramas, y el niño abrazó el cuello del Gigante y lo besó. Y los otros niños, cuando vieron que el Gigante ya no era malo, volvieron corriendo alegremente. Con ellos la Primavera regresó al jardín. 

-Desde ahora el jardín será para ustedes, hijos míos -dijo el Gigante, y tomando un hacha enorme, echó abajo el muro. 

Al mediodía, cuando la gente se dirigía al mercado, todos pudieron ver al Gigante jugando con los niños en el jardín más hermoso que habían visto jamás. 

Estuvieron allí jugando todo el día, y al llegar la noche los niños fueron a despedirse del Gigante. 

-Pero, ¿dónde está el más pequeñito? -preguntó el Gigante-, ¿ese niño que subí al árbol del rincón? 

El Gigante lo quería más que a los otros, porque el pequeño le había dado un beso. 

-No lo sabemos -respondieron los niños-, se marchó solito. 

-Díganle que vuelva mañana -dijo el Gigante. 

Pero los niños contestaron que no sabían dónde vivía y que nunca lo habían visto antes. Y el Gigante se quedó muy triste. 

Todas las tardes al salir de la escuela los niños iban a jugar con el Gigante. Pero al más chiquito, a ese que el Gigante más quería, no lo volvieron a ver nunca más. El Gigante era muy bueno con todos los niños pero echaba de menos a su primer amiguito y muy a menudo se acordaba de él.

-¡Cómo me gustaría volverlo a ver! -repetía. 

Fueron pasando los años, y el Gigante se puso viejo y sus fuerzas se debilitaron. Ya no podía jugar; pero, sentado en un enorme sillón, miraba jugar a los niños y admiraba su jardín. 

 -Tengo muchas flores hermosas -se decía-, pero los niños son las flores más hermosas de todas. 

Una mañana de Invierno, miró por la ventana mientras se vestía. Ya no odiaba el Invierno pues sabía que el Invierno era simplemente la Primavera dormida, y que las flores estaban descansando. 

Sin embargo, de pronto se restregó los ojos, maravillado, y miró, miró. 

Era realmente maravilloso lo que estaba viendo. En el rincón más lejano del jardín había un árbol cubierto por completo de flores blancas. Todas sus ramas eran doradas, y de ellas colgaban frutos de plata. Debajo del árbol estaba parado el pequeñito a quien tanto había echado de menos. 

Lleno de alegría el Gigante bajó corriendo las escaleras y entró en el jardín. Pero cuando llegó junto al niño su rostro enrojeció de ira, y dijo: 

-¿Quién se ha atrevido a hacerte daño? 

Porque en la palma de las manos del niño había huellas de clavos, y también había huellas de clavos en sus pies. 

-¿Pero, quién se atrevió a herirte? -gritó el Gigante-. Dímelo, para tomar la espada y matarlo. 

-¡No! -respondió el niño-. Estas son las heridas del Amor. 

-¿Quién eres tú, mi pequeño niñito? -preguntó el Gigante, y un extraño temor lo invadió, y cayó de rodillas ante el pequeño. 

Entonces el niño sonrió al Gigante, y le dijo: 

-Una vez tú me dejaste jugar en tu jardín; hoy jugarás conmigo en el jardín mío, que es el Paraíso. 

Y cuando los niños llegaron esa tarde encontraron al Gigante muerto debajo del árbol. Parecía dormir, y estaba entero cubierto de flores blancas.


EL CONDUCTOR BORRACHO.



Por un sinuoso camino y a gran velocidad, un hombre borracho conducía su carro. De repente, perdió el control del carro, se salió del trayecto y se precipitó contra una charca pestilente.

Varias personas, al ver el accidente, corrieron al lugar y ayudaron a incorporarse al conductor.

No podía ocultar su borrachera y, entonces, uno de sus auxiliadores le dijo:

–Pero, ¿es que no ha leído usted el célebre tratado de Naraín Gupta extendiéndose sobre los efectos perjudiciales del alcohol?

Y el ebrio conductor, sin dejar de hipar, tartamudeó:

–Yo soy Naraín Gupta.

*El Maestro dice: Así procede el falso gurú.

Tomado de “Cuentos Clásicos de la India” recopilados por Ramiro Calle.

Leído en: http://es.scribd.com/doc/64467643/101-cuentos-clasicos-de-la-India

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